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Maratón 1/2.

Domingo.

Narrado por Liam:

-Sé que todo esto es mi culpa, por eso vengo arrepentido a pedirte perdón- lágrimas caían por mi rostro y él me observaba.

Me encontraba casi arrodillado a su lado, jamás hice esto, pero la culpa me consume por dentro.

-Esto no es tu culpa Liam, jamás te culpé, seguramente me buscaste como yo te buscaría a ti- respondió Jack -Tuve mucho miedo, pero solo son golpes superficiales, estoy bien.

Mi hermano estaba completamente golpeado y de igual manera me perdonaba por no impedirlo.

"Estoy bien" dijo, pero en su rostro se veía el dolor que llevaba, voy a matar a quien le hizo esto y va a pagar muy caro.

-Prometo que van a pagar por esto, nadie se mete con mi familia.

-Estoy seguro de eso- sonrió y me tranquilizó.

Todos los que nos metemos en esto sabemos a qué nos enfrentamos, pero nunca estás pendiente de lo que pueda llegar a pasar y cuando sucede, cuando lastiman a tu gente, a tu familia, se siente un dolor espantoso. Jamás demuestro mi dolor, aprendí a controlarlo, pero no puedo quedarme sin hacer nada.

-¿Estás muy enamorado de Lola, verdad?- preguntó

-Sí- agaché mi cabeza y suspiré - No podría vivir sin esa niña tan insoportable.

Ambos reímos.

-Siento tanto haberme enojado, hubiera querido estar en sus momentos especiales, Nicholas me contó lo del Yate.

-Eso fue fantástico, jamás me sentí tan bien.

-Se han robado a mi hermano- volvió a reír pero esta vez hizo una mueca de dolor.

-Ya no hables, tienes que recuperarte primero.

-Y tú tienes que irte a disfrutar- respondió -Me enteré que Lola quiere llevarte a un lugar para que te relajes y lo necesitas.

-¿Estás seguro? No quiero dejarte solo- asintió.

Agarré su mano en forma de saludo y antes de irme volví a mirarlo.

Definitivamente no voy a parar hasta encontrar al culpable.

(...)

Antes de ir con Lola fui a nuestra casa a buscar a mi gente, al llegar no estaban todos ya que estaban haciendo una gran entrega, pero había suficientes para lo que yo necesitaba.

-Vengan aquí- todos sé acercaron a mi -Supongo que ya saben quién golpeó a Jack, ¿verdad?.

Todos se quedaron callados y yo comencé a arrojar todo lo que tenía a mi alcance.

-GOLPEARON A MI HERMANO- grité - No puede ser que no sepan nada, tenemos contactos en todos lados, alguien debería saberlo.

Vi una mano levantado a lo lejos y acaricie mi sien, respire profundo y le pedí al niño que hablara.

-Fue Marshall, dicen que está vigilandote hace mucho y que quería lastimarte.

-¿Dicen?- pregunté -NO PODEMOS BASARNOS EN RUMORES.

Todos callaron.

-Este niño sabe más que ustedes, quiero que averigüen si eso es verdad y si lo es, traiganme a alguien que trabaje con él o al mismísimo Marshall, quiero matarlo yo mismo.

Todos asintieron y se alejaron, menos el niño.

-No son rumores señor, puedo traerle mucha información, tengo mucho contactos.

Puse mi mano en su hombro ya más relajado.

-Lo que quiero es que te cuides, no te metas donde no debas, pueden lastimarte.

Salí de la casa y me dirigí a mi auto, mi teléfono vibró en mi bolsillo y mi corazón se paralizó.

Cada vez que me llega un mensaje tengo miedo de que diga que algo malo le pasó a Lola, pero para mi suerte, era ella.

Mensaje de Lola:

Te estamos esperando, es un día hermoso, ven conmigo.

Ya te extraño.

Guardé mi teléfono y me dirigí a casa, no hay nada más relajante que la sonrisa de Lola. Podría dejar que la mire durante un par de minutos y no haría falta ir a ningún lado.

TRAFICANTESDonde viven las historias. Descúbrelo ahora