Mi madre se casó con un "maravilloso" hombre, como consecuencia tuve que mudarme a otra ciudad, lo cual no me molestó para nada.
▪Nueva ciudad.
▪Nuevos amigos.
▪Nuevos enemigos.
▪Nuevos peligros.
▪Fiestas.
▪Drogas.
▪Alcohol.
Y... ¿lo...
Llevábamos viajando mucho tiempo, creo que han sido horas, no lo sé, intenté dormir un poco, pero ni eso puedo.
Creí que mamá se iba a enojar, pero nunca pensé que iba a querer mandarme a otro país sólo para que no vea a Liam. Sólo el y yo sabemos lo que sentimos y lo feliz que nos hacemos, no van a arruinarlo.
-¿Estás bien?- preguntó -No has molestado en todo el camino.
-Estoy bien- sonreí y el respondió igual.
Su sonrisa no tiene comparación con nada, cada vez que lo veo sonreír siento que me provoca escalofríos por todo el cuerpo.
-Descansa un poco- dijo y eso hice, mis ojos se sentían cansados.
Poco a poco fui quedando dormida.
(...)
Narrado por Liam:
Lola dormía y no podía evitar mirarla, su piel parecía de porcelana, su nariz estaba un poco roja por algunas lágrimas que soltó pero que contuvo al fin para que no sea un llanto, su boca estaba semiabierta y moría por besarla. Todo en ella era perfecto y no me había equivocado al pedir que sea mi novia, es toda mía y eso me enorgullece.
Al decir lo que dije esta mañana esperaba algunos gritos pero supuse que al final lo entenderían, pero no fue así, no quería ocasionar problemas entre ella y su madre, sólo quería poder ser feliz con Lola libremente.
Mi teléfono comenzó a sonar, era una llamada de Nicholas.
*llamada telefónica*
-¿Hiciste todo lo que te pedí?- pregunté.
-Todo listo hermano- respondió -Está todo increíble.
-Muchas gracias, sabía que podía confiar.
-¿Están muy lejos de aquí?
-No, solamente unos pocos kilómetros.
-Los espero.
*fin llamada telefónica*
Seguí conduciendo hasta llegar a mi gran sorpresa para ella, sabía que estaba triste, así que antes de salir le pedí a Nicholas que me hiciera un favor.
Tiempo después, ya habíamos llegado.
-Lola- movía su cuerpo delicadamente -Despierta.
Fue abriendo sus preciosos ojos hasta despertar por completo.
-¿Dónde estamos?- preguntó -¿Ya oscurecio?.
-Ven- tomé su mano y la hice bajar.
Le di un abrigo porque había comenzado a hacer mucho frío.
-¿Puedo saber dónde me trajiste?.
-No te puedes quedar callada un segundo- dije riendo.
Comenzamos a caminar y nos acercamos a un increíble yate.
-Aquí dormiremos esta noche.
Me miró y miró al yate reiteradas veces, estaba boquiabierta, me encantaba sorprenderla y ser un romántico con ella.
-¿Es broma verdad?- yo negué con mi cabeza -Esto es increíble.
Comenzó a besarme por toda la cara.
-Para niña- dije riendo.
-Dime que esto no es tuyo.
-En realidad no, es de un gran amigo que me debe un favor, así que usé mi favor contigo- respondí -Pero dejemos de hablar y entremos.
Al entrar Nicholas vestía un elegante traje.
-Bienvenidos al yate del amor mis queridos amigos- iba a decir algo, pero no me dejó hablar -Esta noche va a ser fantástica e inolvidable, pero primero deben separarse por unas horas.
Yo no pedí nada de esto.
Una chica se acercó a Lola y le pedía que la acompañara.
-Nos vemos luego amor- me besó y quedé como idiota.
-Tu vienes conmigo- dijo mi amigo.
Me llevaron a un cuarto donde me bañé, me hicieron poner un traje y demás, seguro a Lola le estaban haciendo lo mismo.
(...)
El tiempo separado de ella se me hizo eterno, me llevaron a un gran salón donde había una mesa para dos, había velas sobre esta, eran lo único que iluminaban el lugar.
-Yo no pedí nada de eso hermano, pero gracias.
-De nada, se lo merecían.
Unas puertas gigantes se abrieron lentamente y dejaron a la vista a la mujer de la cual estoy enamorado, se ve preciosa.
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Al verme sonrió de una manera maravillosa.
Narrado por Lola:
Tenía un traje completamente negro y se veía increíble, sólo éramos él y yo. Esto era perfecto.
Narrado por Liam:
Ella era perfecta.
Nos acercamos y me dio un cálido beso.
-Estás hermosa- dije por fin.
-Tu igual- sonrió -Creo que amamos el negro.
Ambos reímos.
Nos sentamos a comer, mozos aparecieron de todos lados con la comida, era hora porque moría de hambre.
Llevábamos un buen rato sentados, no le sacaba la mirada de encima y ella a mi tampoco.
-No puedo creer que hayas hecho esto por mi.
-Siendo sincero, lo de yate fue mi idea, yo había organizado algo más simple, pero Nicholas hizo que esto sea increíble.
-Entonces gracias a Nicholas- contestó -Nunca nadie hizo esto por mi, todavía sigo sorprendida.
