Mi madre se casó con un "maravilloso" hombre, como consecuencia tuve que mudarme a otra ciudad, lo cual no me molestó para nada.
▪Nueva ciudad.
▪Nuevos amigos.
▪Nuevos enemigos.
▪Nuevos peligros.
▪Fiestas.
▪Drogas.
▪Alcohol.
Y... ¿lo...
-Aquí estoy, dejen de extrañarme- Liam entró por la puerta principal y aunque parece muy relajado, sé que no lo está.
-Ya nos íbamos sin ti- respondí -Yo con dos preciosuras a solas, podrías haber demorado un poco más.
Hizo una media sonrisa, se acercó a mi y luego me golpeó la cabeza.
Lola y Kate rieron y yo me paralice, Kate no puede ser más hermosa y más histérica, fue dulce cuando encontramos a Jack y me ayudó, pero al tratar de usar mis métodos de "seducción", comenzó a ignorarme.
-¿Podemos irnos?- dijo Kate.
-Lo que tu quieras preciosa.
Puso sus ojos en blanco y susurró "idiota" obvio los dos enamorados que estaban a nuestro lado lo escucharon y volvieron a reírse de mi.
-Ya va a caer- dije y salí detrás de ella.
Comenzamos el viaje en mi hermoso Jeep negro, juro que estoy enamorado de mi vehículo.
Liam y Lola iban sentados detrás nuestro y Kate estaba a mi lado, llevaba un vestido tan corto que podía ver sus perfectas piernas, me distrae del camino.
-¿A dónde vamos?- preguntó Liam.
-Es un día de campo, tragimos mucha comida para una tarde perfecta, pero el lugar lo eligió Nicholas y no sé donde es.
Quería llevarlas a un lindo lugar así que tuve que viajar un largo tiempo, en el trayectos ellas quedaron totalmente dormidas y al notar el rostro de Liam, me animé a preguntarle.
-¿Estás bien? ¿Dijo que era tu culpa?.
-No, al contrario, dijo que todo estaba bien, los muchachos están trabajando en saber quién fue.
-¿Entonces por qué tu cara?.
-Me molesta no sabes quién fue el culpable, pero además me da miedo el niño que ingresó, se está metiendo demasiado y puede terminar mal.
-Tú eras igual, pero no te preocupes, yo voy a cuidarlo.
La conversación cambió de tensa a divertida, le sacamos fotos a las chicas dormidas, hablamos de cualquier cosa y nos reímos a carcajadas, hasta que una de esas risas despertó a las chicas.
-¿Ya llegamos?- preguntó Lola.
-Sí, bajemos.
Bajamos todas las cosas y se quedaron observando el lugar.
-Es precioso- dijo Kate, miró a Lola desafiante, se quitó su vestido quedando solo en bikini y ésta le respondió igual.
Ambas corrieron como niñas hasta el agua.
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Era un lugar extremadamente tranquilo y relajante, no se ve mucha gente por aquí y eso me encanta.
Después de nadar un poco y jugar en el agua nos sentamos a comer.
-Este día está siendo increíble- dijo Kate.
Su sonrisa era gigante y eso es lo que quería lograr.
-¿Vas a irte muy pronto?- me animé a preguntar.
-Pensaba quedarme un tiempo- miró a Lola -Discuti con mi padre, pero está vez fue muy feo.
-Claro que puedes quedarte- respondió su amiga con un abrazo -Tendrás que dormir con Nicholas.
-No hay problema- dijo ella, yo abrí tanto mis ojos que parecía que iban a salirse de mi.
-¿De verdad?- pregunté.
Y otra vez volvieron a reír, todas las bromas van a mi.
-Voy a caminar- me paré y comencé a caminar en dirección a la orilla, nos habíamos alejado mucho así que era una caminata un poco larga.
Me senté en la orilla y comencé a tirar pequeñas piedras al agua, cuando una voz agitada se instala a mi lado.
-Caminas muy rápido- dijo Kate sentándose a mi lado.
-¿Qué haces aquí?- pregunté -¿Vienes a hacer otra broma?.
-Tranquilo, solo fue un chiste, no creí que fueras tan sensible.
-Me hiciste imaginarte desnuda en mi cama- la piel blanca de sus mejillas automáticamente tomó un color rojizo y bajó la mirada.
Yo reí.
-No creí que fueras tan tímida.
-Me da pena que lo que pienses solo va a quedar en tu cabeza, nada más.
-Recién van dos días, pero te prometo que vas a estar loca de amor por mi, solo espera un poco- rió y yo me deleite con ese sonido.
-Quisiera tener tu autoestima- la observé un instante hasta que corrió la mirada y cambió de tema -¿De dónde conoces este lugar?.
-Hace mucho tiempo viajaba sin algún rumbo hasta que me lo encontré, era de noche, yo estaba mal y el sonido del agua me hizo pensar y estar mejor.
-Eres todo un romántico.
-Puedo ser lo que tu quieras- dije -Cierra los ojos y escucha.
Sin quejarse lo hizo, yo podía ver sus facciones en el rostro, sus largas pestañas, sus labios rosados, su pecho subiendo y bajando al respirar, mi lugar favorito acaba de cambiar, ahora lo era ella.
Había silencio, pero no era incómodo, escuchábamos el mar, ella todavía tenía sus ojos cerrados y yo seguía mirandola.
-¿Ves que yo no miento? Este lugar trasmite paz.
-Es verdad, necesitaba esto.
-¿Qué sucedió con tu padre?- no sabía si esto iba a molestarla, pero soy muy curioso.
-Él es un alcohólico, simplemente me cansé, no quiero hablar de eso.
Asentí, al verla abrazarse a ella misma estire mi brazo para que se acercara, sorprendiendome lo hizo, se acomodó bajo mis brazos y así nos quedamos.
Hacía tanto tiempo que mi corazón no se aceleraba tanto al estar cerca de alguien.
