Capítulo 27

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Bajo del remís y entro a casa tratando de hacer el menor ruido posible, pero es en vano. Mi mamá está sentada en la cocina con los brazos cruzados y su cara irradia furia.

-¿De dónde venís? -pregunta entre dientes levantándose lentamente de su asiento y caminando hacia a mí.

¡Ouch! Me había olvidado de llamarla para avisarle que no volvería a dormir.

-Eh... Fui con las chicas... -los nervios que siento por la situación hacen que el aire no ingrese a mis pulmones-. Ayer te dije... fui a bailar.

-¡Mentís! -se para delante de mí y acerca su nariz a mi cabello mientras cierro fuertemente los ojos tratando de absorber el miedo que siento-. Tu pelo está limpio, no huele a cigarrillo.

-Es que fui a bailar a Costa Salguero -retrocedo lentamente para alejarme de ella-. La disco tiene pista afuera, con vista al río por eso...

-Cuando vos vas, yo ya fui y volví tres veces, Nadia -me interrumpe y avanza nuevamente con los puños cerrados.

-Estoy cansada mamá, me voy a dormir -giro y camino hacia mi cuarto tratando de parecer normal, no quiero que se percate de mi miedo.

La puerta de mi habitación está cada vez más cerca y a medida que voy llegando me siento más tranquila, pero no llego. Siento que me sujeta con fuerza del cabello frenándome en seco y causando que casi caiga al piso.

-¡Esto no es un hotel! -grita-. ¡No podés llegar a la hora que se te antoje o desaparecer sin avisar!

-Yo te avisé ayer que iba a salir -me deshago de su agarre.

-ME TENÉS HARTA, NADIA -sus alaridos despiertan a mis hermanas, Denisse llora-. ¿Ves lo que me hacés hacer?

-¡Sos vos la que está gritando! -las lágrimas empiezan a correr por mi rostro producto de la bronca-. ¿Qué es lo que hago mal?, ¿no tengo derecho a salir?

-¡Nadie te dice lo contrario! En esta casa hay reglas que cumplir. ESTUVISTE TODO EL DIA AFUERA.

-¡Te avisé a donde iba, te dije que salía a la noche, no sé qué me estás reclamando! -yo también grito.

-¿Esa es la clase de enseñanza que querés para tus hermanas? -señala a Den que se abraza a una de sus piernas mientras llora sin parar, está asustada-. ¿QUE SEAN PUTAS COMO VOS?

-¡Basta mamá!

-¿Pensás que no sé? ¡Pasaste la noche con ese negro de mierda!

-DEJAME EN PAZ -corro y me encierro en mi habitación. La escucho gritar en la puerta.

-No te quiero en esta casa, Nadia. ¡Prefiero que te vayas así todas podemos vivir en paz!

Me pongo el pijama mientras lloro sin parar. Me tiro en la cama y abrazo mi almohada. Nunca puedo estar bien por completo, siempre pasa algo que me quita la felicidad momentánea que tengo. Todavía no me puedo ir, necesito un poco más de dinero y recién estamos a mediados de mes.

Me quedo dormida sólo unas horas y cuando despierto me miro al espejo. Tengo los ojos hinchados de tanto llorar. Salgo de mi cuarto y voy al comedor, pero nadie me dirige la palabra. No quiero pasar un domingo así. Se me ocurre una idea que matará dos pájaros de un tiro.

YO 10:15

Estas?

PANTI 10:16

Si, que paso?

YO 10:16

Todo mal con mi vieja

Desilusión ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora