Capítulo 5.

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Narra Pablo.

Pablo: ¿Qué te hace pensar que soy un chico bueno? -digo sin darme la vuelta dándole otro sorbo al Martini que me acaban de servir-

XX: Me lo hace pensar el hecho de estar bebiendo Martini en un lugar como este. Un chico bueno es incapaz de pedir algo más fuerte y tú lo eres -se acerca aún más a mí y me roza la nuca con sus labios haciendo que me dé la vuelta-

Me doy la vuelta y veo que es Valeria, entonces hago como si no la conociera de nada. No puedo decirla que he soñado con ella, que me está volviendo loco desde que la vi, a si que no digo nada, sólo me dejo llevar.

Pablo: A si que eso crees... -asiente-

Ella se queda mirándome, me ha reconocido y probablemente no entienda que hago aquí.

Yo no puedo de dejar de mirar su cuerpo de arriba a abajo, de cerca es aún más guapa.

Tiene unos ojos marrones que chillan con la mirada, una sonrisa preciosa y unos labios que invitan a besarlos y la música que hay hace que el ambiente sea aún más excitante.

Se aleja un poco de mí.

Valeria: ¿Me acompañas? -dice seductora mientras me extendiende su mano-

Cojo su mano sin pensármelo y me lleva escaleras arriba. Hay algo que me dice que tal vez esto no acabe bien, pero es que en realidad esto es lo que llevo deseando desde que la vi por primera vez en la barra.

Abre una de las habitaciones que hay, entramos y cierro con llave.

Me giro después de haber cerrado la puerta y para mi sorpresa, se lanza a mis labios. La cojo de la cintura aprisionandola contra la pared con mis caderas. Me besa a un ritmo frenético y la cojo del culo haciendo que enrolle sus piernas a mi cintura.

El beso sigue con el mismo ritmo y me muerde el labio inferior volviéndome aún más loco.

Voy con ella hacia la cama y la tumbo poniéndola debajo mía, la quito el vestido negro, pegado al cuerpo que lleva, extremadamente corto y que deja poco a la imaginación, dejándola en ropa interior y ella me quita la camiseta acariciándome el torso a su paso.

Empiezo a besarla el cuello quitándola el sujetador y la vuelvo a besar bajando por sus pechos haciendo que gruña de placer y sonrío.

Narra Valeria.

Me está volviendo loca. Este chico es increíble, no deja un centímetro de mi piel sin morder o besar y me está haciendo enloquecer a cada segundo.

Con cada gemido o suspiro que suelto, él disfruta, y estoy empezando a pensar que le encanta torturarme. Y con cada movimiento me demuestra que además de cantar de maravilla, también es experto en esto.

Pero aquí el ritmo lo llevo yo, siempre lo he hecho y esta vez no va a ser menos, no me importa que sea Pablo Alborán el que me esté besando de arriba a abajo y me esté haciendo enloquecer.

Me subo encima suya con una pierna a cada lado.

Valeria: Aquí el ritmo lo llevo yo -le susurro en el oído y le muerdo el lóbulo haciéndole soltar un gemido-

Le beso el cuello y le muerdo provocando que sonría. Él sigue besándome y tocándome y yo creo que voy a explotar, le necesito dentro de mí.

Beso su pecho bajando hasta sus bóxers, se los quito y me da la vuelta, quedando debajo suyo, otra vez.

Me quita el tanga con los dientes, y como acto reflejo le agarro del pelo haciendo que suba la cabeza para besarle. La va subiendo besándome el vientre, los pechos y mi boca. Sí, definitivamente le encanta torturarme y yo también estoy disfrutando con esto.

Vuelvo a quedar encima de él y busco un preservativo en la mesita que hay al lado y se lo pongo.

Entra en mí de una forma casi desesperada, sus embestidas son fuertes, demostrándome que es algo que ambos buscábamos y que sólo hay sexo, nada de amor. Justo lo que quiero, nada de amor.

Me coge de las caderas tumbándome debajo suya y aumenta el ritmo de sus embestidas, si es que es posible. Es como si llevara tiempo esperando esto.

Su lengua juega con mis pechos haciéndome gemir con cada movimiento y me besa intentado ahogar mis gemidos, cosa que es casi imposible.

Sigue embistiéndome y a mí ya no me importa no ser yo quien lleva el ritmo, me está volviendo loca y siento que en breve voy a llegar al éxtasis y así es.

Llego al climax arañando su espalda mientras que Pablo se mueve aún dentro de mí, aumenta los movimientos, llega al éxtasis y cae a mi lado. Ambos estamos rendidos, uno a cada lado de la cama totalmente desnudos y sudados.

Pablo: No sabía que eras tan buena
-dice entre jadeos intentando recuperar el aire-

Valeria: No sabes nada de mí, todavía -le contesto con la respiración aún agitada, pero seductoramente- Pero ahora me tengo que marchar -me levanto de la cama- Espero verte más por aquí -le beso y empiezo a vestirme- Por cierto, soy Valeria, encantada. Tú no hace falta ni que te presentes -le guiño un ojo-

Salgo de la habitación dejándole allí.

La conoció en la escalera de un bar de carretera. Andaba sola y perdida con ganas de hablar con cualquiera...

Nota de autor.

¡Familiaaaa!

Aquí tenéis otro capítulo más 💖 Sé que subí uno ayer, pero... 💚

¡Por fin ha aparecido Valeria! ¿Qué os ha parecido el capítulo?

Yo espero de todo corazón que os haya gustado 😋😚


Y bueno, decidme que os ha parecido. Ya sabéis que me encanta saber vuestras opiniones 😊

Besazos para todos 💜😚

La Escalera.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora