Capítulo 31.

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Narra Valeria.

Le hago pasar y camino detrás de él. Estoy muy nerviosa, no sé cómo le diré la noticia. Pero, tengo que hacerlo. Mi bebé necesita a su padre.

Valeria: ¿Quieres tomar algo? -le pregunto una vez que estamos sentados en el sofá-

Pablo: No, gracias -su tono sigue siendo duro-

Yo no sé porqué ha venido, ni porqué está así.

Valeria: Bueno... -comienzo a hablar para romper esta tensión que se ha creado en el ambiente- ¿Qué tenías que decirme? -le digo nerviosa-

Su mirada se encuentra con la mía por unos segundos.

En realidad quiero que sea él quien comience a hablar porque yo siento que de un momento a otro me desmayaré.

Pablo: Habla tú primero, lo mío puede esperar.

Y ahí están las palabras que no quería oír. No quiero hablar primero.

En cuestión de segundos, siento mi cabeza dar vueltas y mi garganta seca.

Por favor hijo, pórtate bien aunque sean dos segundos. Pienso internamente a mi bebé.

Valeria: Como quieras... -acepto poco convencida-

Respiro profundo antes de volver a hablar.

Valeria: Verás, Pablo... Lo que te voy a contar no estaba planeado, ni mucho menos... Simplemente sucedió -juego con mis dedos nerviosa-

Pablo: Bueno, cuéntame qué es eso tan grave -me dice desesperado-

Valeria: Estoy embarazada -lo miro, pero no dice nada-

Pablo: Enhorabuena -dice serio y se levanta del sofá para irse-

Tomo su brazo haciendo que se dé la vuelta. Pero, antes de que yo pueda decir nada, él comienza a hablar.

Pablo: ¿Y de quién es? Del que se acaba de ir de tu casa o del tipo de la otra noche en el bar, ese que te metía tantos billetes en el tanga -me dice serio mirándome a los ojos-

Me paro frente a él y sin poder contenerme, le cruzo la cara.

No me puedo creer que me esté tratando así, como una cualquiera.

Sí, vale que soy stripper. Pero, eso no le da ningún derecho a tratarme así. Yo sé perfectamente con quien me acuesto y con quien no.

Valeria: ¡¿Cómo te atreves?! -le grito-

Mis lágrimas amenazan con salir. Pero, no lo permitiré, no delante de él.

Valeria: Este bebé -señalo mi vientre- Es tuyo, Pablo. Tuyo -repito-

Pablo: ¡¿Qué?! -su tono de voz es más alto que de costumbre- No, perdona. A mí no me vas a cargar con el hijo de otro.

Todo mi amor por él, se acaba de ir con este momento. Pensé que Pablo sería capaz de hacer muchas cosas, pero no se hacerme algo así.

Valeria: Desde que te conocí no he podido estar con nadie más porque te quiero.

Ya no sé porqué me justifico y mucho menos porqué le digo que lo quiero, aunque sea la verdad.

Supongo que en el fondo quiero que esté conmigo en toda esta etapa. Pero, sobre todo quiero que mi hijo crezca con un padre y una madre. No como yo.

Pablo: No me vengas con el cuento del amor ahora -dice enfadado- Desde que te conozco sólo he intentado estar contigo, a tu lado y tú solo me has apartado de ti.

Ahí tiene razón, él siempre quiso estar a mi lado. Pero, si yo actúe así fue por miedo.

Y ahora ya no hay vuelta atrás. Yo pensé que este bebé podía ser el regalo de la vida que nos uniría, pero ya veo que no...

Ay, qué ingenua eres a veces, Valeria.

Pablo: Además, ¿quién me asegura que el bebé sea mío? Vamos, Valeria... Eres stripper y puede ser de cualquiera.

Valeria: ¡Vete a la mierda! -le grito-

Abro la puerta de mi casa para que se marche.

Pablo: Como quieras -se para en el otro lado de la puerta- Pero, antes déjame preguntarte una cosa. ¿Para qué me dices esto? -se cruza de brazos- ¿Para reírte de mí? ¿O para sacarme el dinero con la excusa de que tienes un hijo que mantener?

Valeria: ¿Sabes qué? -limpio la única lágrima que derramaré delante de él- Nunca pensé que serías así. Y no, no te digo esto para reírme de ti y mucho menos para sacarte el dinero como tú dices -hago una pausa- Yo sacaré sola a mi hijo adelante sin ti porque si te lo he dicho no es para que vengas corriendo a mis brazos y nos casemos, y tampoco por tu dinero. Te lo he dicho porque creí que debías saberlo por ser el padre -mi tono es de rabia- Pero, ya veo que tú has decidido juzgar por tu cuenta.

Le abro la puerta para que se marche.

Valeria: Ahora vete de mi casa.

Pablo: Vale, me iré.

¿En serio después de todo lo que le acabo de decir esto es todo lo que me va a contestar? ¿Y se va a ir sin más? Definitivamente esto jamás lo hubiera imaginado.

Valeria: Y para tu información, el hombre al que has visto salir de aquí es mi hermano -le digo furiosa antes de cerrarle la puerta en la cara-

Me deslizo por la puerta hasta quedar sentada en el suelo llorando. No me creo esto que me acaba de pasar.

Si alguien me hubiese dicho que Pablo sería capaz de esto, nunca le hubiera creído.

Una vez más han vuelto a jugar a su antojo conmigo. Lo único diferente ahora es que sí hay consecuencias.

Valeria: Perdóname, hijo mío -le hablo a mi bebé- Quiero que sepas que con mamá no te va a faltar de nada porque siempre estaré aquí.

Lo último que quería que pasara era esto. Yo no quería que en el momento que fuera madre, mi hijo creciera sin padre o sin madre como lo hice yo.

Siempre me imaginé este momento como uno de los más felices de mi vida y está siendo justo lo contrario.

Pero, si hay algo que tengo claro es que a este bebé lo voy a cuidar con mi vida, haré de madre y de padre a la vez y lo amaré de la misma forma.

Nota de autor.

¡Familiaaaaa!

¡Por fin le ha dicho a Pablo la noticia! Pero... ¿Pensabais que Pablo reaccionaría así? 😓

Espero que os haya gustado y lo siento por el drama, pero a veces es muy necesario 😂. Espero que no me matéis por ello 😚

Y también informaros de que esta semana intentaré subir capítulo de Vuelvo A Verte, y si me da tiempo subiré dos. Pero no prometo nada... 😢

La Escalera.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora