Capítulo 36.

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Porque soy idiota,
soy carne de cañón pa la derrota.

Narra Valeria.

Hace dos semanas que llegué a Madrid, en dos días tengo mi primera ecografía y estoy muy nerviosa a la vez que ilusionada. Por fin voy a poder ver a este ser que crece dentro de mí.

Y sí, aún no he sido capaz de hablar con mi padre de esto. Yo sé que siempre ha estado cuando más lo he necesitado y que ahora también va a estar. Pero me he acostumbrado a tenerlo tan lejos que tengo miedo.

Marc: ¿Lista? -me pregunta apretando mi mano-

Estamos frente a la puerta de nuestro padre. Aquí se decide todo.

Valeria: Sí, vamos a ello -termino la frase y llama al timbre-

Papá: ¡Hija! -me abraza fuertemente- Pero... ¿Qué haces tú aquí? ¡Qué ilusión! -vuelve a abrazarme-

Marc: Hola a ti también, papá -mi hermano ríe-

Papá: Ay, no te pongas celosillo... -él también ríe y lo abraza- Bueno, pasad.

Entramos dentro de la casa en la que viví tantos años.

Nos sentamos en el sofá.

Papá: Valeria, cariño... -acaricia mi cara y yo sonrío- ¿A qué se debe tu visita? No lo digo porque no me guste tenerte aquí, todo lo contrario, sino que... -le corto-

Valeria: Papá, te he entendido -río- Bueno, verás... Estoy aquí porque...

Estoy por contestar cuando llaman al timbre.

Marc: Voy a abrir, serán María y Gala.

Ambos sentimos. Segundos después María entra con Gala en brazos y ella al ver a mi padre se lanza a sus brazos.

Gala: ¡Yayo! -dice cómo puede por su corta edad-

Todos reímos ante la situación y María va a saludar a su suegro.

Papá: Qué alegría teneros a todos aquí -me abraza con el brazo que le queda libre porque tiene a Gala cogida-

El verle así con Gala hace que el paso que estoy a punto de dar sea menos costoso. Él ama a su nieta y ahora tengo más certeza que nunca de que él amará a este bebé que crece dentro de mí.

Valeria: También tenía muchas ganas de verte -beso su mejilla-

Ya no hay marcha atrás, llegó la hora de dar la noticia.

Valeria: Papá -capto su atención- He venido para quedarme -él sonríe emocionado-

Papá: ¿De verdad? -pregunta sin poder creérselo-

Valeria: Sí, pero si he venido para quedarme es por algo más -mi padre me mira expectante- Papá -cojo su mano- Vas a ser abuelo -sonrío feliz-

Mi padre está en shock. Creo que lo último que esperaba es que su niña le fuera a dar un nieto.

Papá: ¡Mi niña! -me abraza- ¡Me vas a hacer abuelo! -dice con emoción- ¡Enhorabuena, mi princesa! -me da un beso en la frente- Pero... ¿Por qué has venido sola sin el padre?

Aquí se acabo la felicidad, la emoción... Todo. Cuando le cuente a mi padre lo que ha pasado querrá matarlo.

Valeria: Bueno... Eh...

La Escalera.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora