La Escalera.

Capítulo 40.

Madrid.

Narra Valeria.

Anoche llamé a mi mejor amigo, Carlos para invitarle a comer a casa de Marc, no sin antes preguntarle a mi hermano, al fin y al cabo la casa es suya.

Yo le quería dar a Carlos la sorpresa de mi embarazo cuando llegara a Madrid de nuevo pero, la sorpresa me la ha dado él a mí. Se casa con Tania. Llevan juntos desde el instituto y nueve años después van a dar el paso.

A Carlos le costó mucho dejar salir sus sentimientos por Tania, era el chulo de la clase y digamos que mi amiga no era la más popular.

Valeria: ¡Enhorabuena! -les digo emocionada a ambos-

Abrazo a mi mejor amigo y después a su prometida.

Valeria: Me alegro muchísimo por vosotros -ambos me sonríen- En el fondo siempre supe que este momento llegaría.

Carlos: Te quiero mucho -besa mi frente-

Este gesto siempre lo hacía cuando éramos adolescentes y me apoyaba porque me habían roto el corazón o porque tenía algún problema de otro tipo.

Tania: Muchas gracias, Val -me abraza-

Valeria: No me tenéis que dar las gracias, sois mis amigos y la verdad es que siempre soñé con este momento. Desde que empezásteis siendo unos críos sabía que este momento llegaría, yo aposté por vosotros -los tres reímos-

Los tres nos conocemos desde la adolescencia. Tania es mi amiga de toda la vida, cuando estábamos en el instituto lo hacíamos todo juntas, nos contábamos todo... Y Carlos es mi mejor amigo, él siempre fue mi confidente y viceversa, nos lo contábamos todo, si uno sufría, el otro también, los problemas de uno eran los problemas del otro porque éramos uno. Nos llevamos tan bien que cuando éramos unos niños, todos pensaban que estábamos juntos. Pero, no. Entre nosotros sólo hay una preciosa amistad.

Juro que me están dando ganas de llorar ahora mismo, no me puedo creer que ya hayan pasado nueve años de aquellos tiempos y que estén a punto de casarse.

Carlos: Lo sé -me abraza contra él- Pero bueno, tú tampoco te quedas atrás con las sorpresas -acaricia mi vientre- ¡Valeria, que me vas a dar un sobrino! -dice como si no lo pudiera creer y Tania y yo reímos por su entusiasmo-

Valeria: Bueno, técnicamente... -me miran sin entender-

Aún no les he dicho que serán dos, justo lo iba a decir cuando me han dicho que se casaban y no me ha dado tiempo.

Valeria: Son dos -les digo feliz-

Carlos y Tania: ¡¿Qué?!

Valeria: Pues sí, dos a falta de uno -mi risa nerviosa me delata, tengo miedo de no saber cómo criarlos-

Tania: Joder, ya veo que Pablo lo hace todo a lo grande -me dice con una sonrisa pícara-

Sí, les he dicho quién es el padre y lo que pasó con él. No están nada contentos con ello, son mis amigos y les duele que me haya hecho eso.

Después de las palabras de Tania, la cara de su prometido no es de muchos amigos, que digamos.

Suelto una carcajada al verlo, parece un niño enfadado.

Valeria: Tania, déjalo, no digas esas cosas que aquí tu futuro marido se pone muy celoso -me río de él-

Tania: Sí, tienes razón no se puede decir nada -ríe también-