Narra Pablo.
No me puedo creer lo que mis ojos están viendo... Es ella, Valeria. Pensé que no volvería a verla. Después de nuestra noche juntos no volví a tener ningún contacto con ella.
En parte fue porque tuve que irme antes a Latinoamérica y ni siquiera tuve tiempo de despedirme.
Valeria: ¿No querías hablar? Está bien, hablemos -su tono es de enfado, y yo no sé muy bien por qué-
Pablo: Sí, ¿qué haces aquí?
Valeria: ¿Tengo que repetirlo? -me pregunta en tono burlón- Trabajo aquí, tu hermana me contrató para cuidar de los niños mientras no estábais, soy la niñera. ¿Lo entiendes ahora?
Pablo: Sí, lo he entendido desde el minuto uno, sólo me sorprendió que estuvieras aquí -le intento decir amablemente, pero ella no baja la guardia conmigo, está a la defensiva-
Valeria: Perfecto, entonces -se da la vuelta y se va-
Pablo: ¡Valeria! -da media vuelta-
Valeria: ¿Qué?
Voy hacia ella y la acorralo contra la pared, cogiendo sus brazos por encima de la cabeza y pegándome a ella.
Valeria: Suéltame, Pablo -siento como si respiración se agita-
No voy a negar que su presencia me pone nervioso y tenerla así, con su cuerpo pegado al mío, hace que mi temperatura corporal aumente.
Pablo: ¿Qué te pasa conmigo? ¿Por qué me tratas así? No lo entiendo...
Valeria: ¿No lo entiendes? ¿Es en serio o me estás vacilando?
Pablo: No, no te estoy vacilando -ella parece desesperarse, pero de veras que no sé porqué está así conmigo-
Valeria: ¡Eres un idiota!
Logra zafarse de mi agarre y va a la cocina con los niños.
Yo aún sigo comiéndome la cabeza, no sé qué la tiene así conmigo.
Pensé que este viaje a Latinoamérica me haría olvidarme de ella, porque creí que sólo era atracción, pero no.
Durante el Tour por Latinoamérica me vi con varias mujeres. Ellas son amigas que conocí cuando fui en las veces anteriores y bueno, cada vez voy nos vemos.
En Argentina, María y yo nos acostamos, en Colombia, pasó lo mismo con Eva y en México, con Ana. Pero no, no pude olvidarla con ninguna de ellas. Ahí es cuando me di cuenta de que esto va más allá de ser una simple atracción, pero me niego a que eso pase. Me rompieron el corazón una vez y no quiero que eso vuelva a pasar, pero es que ella en sí logra volverme loco y aunque ahora sólo quiero pasar el rato sin enamorarme, no puedo evitar pensar en ella.
Valeria: Por cierto, anoche vino preguntando por ti una tal Clara, dijo que te alegraría saberlo -dice amargamente-
No me da tiempo a decir nada porque vuelve con los niños.
Me quedo pensando qué le puedo haber hecho para que esté así conmigo, juro que no entiendo nada...
A los diez minutos sale de la cocina con los pequeños, con Bruno en brazos. Es la imagen más bonita y tierna que he visto.
¡Basta Pablo! Te volverán a hacer daño, no vuelvas a caer. Mi subconsciente me devuelve una vez más a la realidad, pero es que ella me encanta.
Pablo: ¡Valeria espera! -se para antes de subir las escaleras-
Valeria: Ahora no puedo, Pablo. Tengo que subir a cambiar a los niños.

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La Escalera.
FanfictieValeria, una stripper de un bar de carretera. Con un físico increíble y un cuerpo espectacular. Su carácter difícil, es fuerte y no se deja manejar por nadie, pero a su vez tiene una parte vulnerable. Tiene miedo a sufrir por amor, por eso forma una...