Narra Pablo.
Miro al frente y sí, está aquí.
La veo bailar en la barra, con muy poca ropa, eso sí.
Bueno, al menos he tenido algo de suerte y está aquí.
Pero veo que toda mi suerte desaparece cuando veo como uno de los tíos que está frente a ella, mete un billete en su ropa interior.
A ella eso le da igual, sigue bailando como si nada.
Oh, vamos Pablo. Es stripper, es su trabajo.
En estos momentos quisiera ir hasta allí, cubrirla y sacarla de aquí. No aguanto como la gran mayoría de hombres de este lugar la desean. Me lo dicen sus miradas cargadas de deseo sobre ella.
En milésimas de segundos, su mirada se cruza con la mía. Su mirada me mira suplicante, como pidiéndome perdón.
Yo no aguanto más y me marcho de allí.
Sí, sé que no somos nada, pero yo estoy enamorado de ella y nos soporto que un grupo de hombres se la coman con la mirada.
Llego al coche, pongo la llave y me marcho a casa. Una parte de mí tenía la esperanza de que viniera detrás de mí, pero ya veo que no.
Que ingenuo eres a veces, Pablito...
Recorro el mismo camino que he hecho minutos antes. Llego a casa y bajo la atenta mirada de mi hermana y mi madre, subo a mi habitación sin decir nada.
Me tumbo en la cama. No me encuentro bien.
No debí haber ido. Me va a explotar la cabeza y mi garganta pide a gritos ser arrancada. Y si a eso le sumamos que toso como si me fuera a morir... Tengo el pack completo.
Casilda: ¿Qué pasa, Pablo? -irrumpe la soledad del momento-
Pablo: No quiero hablar con nadie. Vete, por favor.
Casilda: Me da igual lo que tú quieras, vamos a hablar ahora -su tono es de enfado- ¿Qué pretendes que haga como si nada después de que llegas a casa y te encierras aquí?
Se sienta a mi lado en la cama y coge mi mano.
Casilda: Dime qué ha pasado -su voz es más dulce que antes-
Me mira con ternura.
Pablo: La vi, ¿sabes? -toso- Estaba bailando como si nada en esa barra para un grupo de hombres que solo la miraban con deseo. Ellos supongo que estaban de despedida de soltero. ¿Y sabes lo peor de todo? -niega- Pues que me vio, nuestras miradas se cruzaron por un momento y ella hizo como si nada, siguió bailando -esto último lo digo con rabia-
Casilda: ¿Y qué esperabas, Pablo?
Abro los ojos de par en par, no me puedo creer que mi hermana vaya a defenderla.
Pablo: Cómo que, ¿qué esperaba?
Casilda: Es su trabajo y si la quieres, deberás entenderlo -suspira y se acerca a mí- Ella se gana la vida así y tú tienes que entender que no puede salir detrás de ti sólo porque la has visto trabajar. ¿Entiendes?
Vuelvo a toser y mi hermana pone su mano en mi frente.
Casilda: Tú no estás bien -toca mi cara- Tienes fiebre.
Pablo: No me encuentro demasiado bien, que digamos...
Casilda: Métete en la cama. Voy a por el termómetro y a subirte algo para que te baje la fiebre -asiento-
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La Escalera.
FanfictionValeria, una stripper de un bar de carretera. Con un físico increíble y un cuerpo espectacular. Su carácter difícil, es fuerte y no se deja manejar por nadie, pero a su vez tiene una parte vulnerable. Tiene miedo a sufrir por amor, por eso forma una...