Narra Pablo.
Me quedo sin palabras ante todo lo que me ha dicho, y la veo irse de la cocina. Creerá que quiero que se vaya y que se aleje y por eso se ha ido de esta forma. Pero no, todo lo contrario, quiero que se quede conmigo.
Casilda: ¿Pablo? -llama mi hermana mi atención-
Pablo: ¿Qué?
Casilda: ¿Qué ha pasado?
Pablo: ¿Con qué? -me hago el desentendido-
Casilda: Mira, Pablo -se cruza de brazos delante mía- Soy tu hermana mayor, llevo viviendo toda la vida contigo, y como comprenderás, de ti no se me escapa nada.
Se acerca más a mí y me abraza con fuerza.
Casilda: Es por ella, ¿verdad? -asiento-
Pablo: No quiero que se marche, quiero tenerla conmigo porque estos días juntos han sido increíbles y me he dado cuenta de que me estoy enamorando de ella.
Casilda: Díselo, no te lo guardes.
La miro incrédulo. ¿En serio cree que no he intentado por todos los medios que no se aleje?
Pablo: Mira, Casilda... Yo no pongo en duda que no se te escape nada de mí, pero igual esto sí que se te escapa un poco... ¿En serio crees que no he intentado ya que no se vaya? -río y ella conmigo-
Casilda: Suponía que eso era lo que habías hecho -ríe- Pero tenía que decírtelo.
Pablo: El problema está en que puedo estar día y noche diciéndole todo lo que me hace sentir, pero ella ha sufrido tanto que no cree nada y piensa que soy como el resto de hombres... Y bueno, si a su falta de confianza en mí, le sumamos que la cagué con ella un par de veces... Puede que la entienda.
Casilda: ¿Qué hiciste, Pablo?
Pablo: Bueno... Eh... -digo nervioso-
No sé si decirle de lo que trabaja y lo que le dije, respecto a su trabajo. Valeria no quiere que la gente se entere, pero es mi hermana y ella jamás la juzgaría.
Casilda: Antes que nada, Pablo... Déjame decirte, ¿os conocíais de antes?
Y es en este momento cuando me doy cuenta de que la primera vez que Valeria y yo nos acostamos, mi hermana me hizo el interrogatorio del siglo porque tenía un chupetón en el cuello.
Miro a mi hermana de una forma que lo dice todo, y un sí susurrado se escapa de mis labios.
Casilda: Lo supe en el momento que entré y os vi juntos.
Pablo: ¿Recuerdas la noche que llegué a casa con una marca en el cuello?
Casilda: Sí, claro -su cara cambia por completo- ¡No puede ser! -dice más alto se lo normal-
Pablo: ¡Casilda! Baja la voz, que se van a enterar hasta los vecinos.
Casilda: Es ella... -asiento- La stripper de aquella noche. Aún recuerdo lo feliz que estabas...
Pablo: Y ella está obsesionada con que no se pueden enterar de lo que es y mucho menos, vernos juntos porque ella es stripper y yo artista y dice que arruinaría mi carrera porque la gente empezaría a hablar... Pero ni puedo, ni quiero quiero perderla... ¿Lo entiendes? -digo abatido-
Casilda: Claro que te entiendo... Mira, Pablo -coge mis manos- Sólo te diré que no importa lo que ella sea, lo que la gente diga, no importa nada, sólo importáis tú y ella.
ESTÁS LEYENDO
La Escalera.
FanfictionValeria, una stripper de un bar de carretera. Con un físico increíble y un cuerpo espectacular. Su carácter difícil, es fuerte y no se deja manejar por nadie, pero a su vez tiene una parte vulnerable. Tiene miedo a sufrir por amor, por eso forma una...