Capítulo 28.

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Narra Pablo.

Me bajo del avión y sólo pienso en Valeria, en verla y hablar con ella todo lo que tengo que decirle.

Me despido de mis amigos con los que he viajado y me dirijo a la salida, donde está Salva esperándome con el coche.

Pablo: ¡Hermano! -nos saludamos y meto la maleta en el maletero- No sabes lo cansado que estoy -le digo al sentarme en el asiento del copiloto y ambos reímos-

Salva: Tú cara me lo dice todo.

En el camino de vuelta a casa reina el silencio.

Pablo: Salva, te importaría ir a esta dirección -le digo enseñándole el móvil, aprovechando que el semáforo está en rojo-

Salva: Eh... Sí, pero no entiendo... -él vuelve a poner el coche en marcha- ¿Tú no estabas cansado?

Pablo: Sí, bueno... -resoplo- Salva, necesito esto, por favor.

Salva: Tranquilo, que vamos para allá.

Pablo: Gracias, hermano -le sonrío-

Salva: Debe ser muy importante porque después del viaje que llevas en el cuerpo, ir ahora a... -vuelve a mirar la dirección que le he dado- Este sitio... Merecerá la pena, ¿no?

Es mi hermano, me conoce a la perfección. Y por como me está mirando, intuye que es por una mujer. Lo conozco.

Pablo: Eso espero -suspiro- Eso espero...

Unos minutos más tarde llegamos al bar.

Salva: ¿Es aquí? -pregunta confundido-

Pablo: Sí, espérame aquí -salgo del coche- No tardo nada.

Salva: Está bien -acepta aún sin saber de qué va todo esto-

Entro al bar y, desde la puerta, la busco con la mirada por todo el bar, pero no está.

Visualizo a Macarena en la barra y me dirijo a ella.

Pablo: Hola, Macarena -le saludo amable-

Ella se limita a mirarme con cara de pocos amigos.

Macarena: Pablo -lo tomaré como un saludo-

Pablo: Eh... Estaba buscando a Valeria. ¿Hoy no viene a trabajar?

Deja la copa que estaba secando y se para frente a mí, al otro lado de la barra.

Macarena: Pues no, hoy no está -dice seria- Está de vacaciones.

Pablo: Y... ¿Sabes cuando vuelve?

Macarena: No lo sé -miente-

Es obvio que lo sabe. ¿Qué clase de amiga no sabe cuando vuelve su amiga de vacaciones? Y más trabajando juntas. Es de locos.

Pablo: Está bien, gracias -sonrío con desgana-

Voy a salir del bar, no tengo ganas de discutir con ella. Pero, su voz me detiene.

Macarena: Y la verdad es que podrías hacerla un favor y desaparecer de su vida -hace que me gire- Desde que llegaste no ha hecho más que sufrir por ti, se volverá loca -sale de la barra y se acerca a mí- Así que por favor, olvídate de ella. Valeria es mi amiga y yo veo cada día como le dueles. No quiero verla sufrir más, aléjate.

Pablo: No puedo alejarme de ella. ¿Y sabes por qué? Porque la quiero y por mucho que he intentado alejarme, no he podido. Así que siento no poder cumplir tus deseos de que desaparezca de la vida de Valeria.

La Escalera.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora