El chico de negro..

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_____ P. O. V.

Madrid era mucho más bonita de lo que jamás podría llegar a imaginar. Edificios altos, mucho alboroto y colores. Era una ciudad bastante movida. Probablemente el que viviera allí mucho tiempo acabaría harto de ella y de su ruido, pero en comparación con Málaga, era todo lo contrario a lo que cualquier turista pensara. Málaga es una ciudad preciosa donde se puede respirar la brisa de la costa, mientras que en Madrid, a pesar de los olores de oficios como humo o gasolina, se puede distinguir bastante, el olor a césped y tierra sana de los grandes terrenos aún sin plantar.

Estuvimos dando vueltas por el centro de Madrid junto a Belén. Nos llevó a la puerta del Sol y era tan increíble como imaginaba y tan bonita como se veía en la televisión, esos minutos antes de que dieran las doce y entrara el año nuevo en España.

Nos hicimos muchas fotos y Marisa grabó en varias ocasiones, algunos monumentos y tiendas por las que pasábamos. Belén tomó la cámara y nos filmaba de vez en cuando para que así, su sobrina pudiera salir también en el Blog.

**

Eran ya casi las dos en punto del mediodía, y empezó a aparecer ciertos efectos del hambre en cada una de nosotras. Belén nos llevó a su restaurante favorito, un restaurante francés. Era muy elegante, predominaba el color blanco por todas partes, y algún que otro toque de madera. Tras pedir la comida, y echarnos unas risas por la pronunciación de Marisa, noté como mi móvil empezó a vibrar. Lo miré y era mi madre llamándome.

-Enseguida vuelvo, me llaman. -dije levantándome de la mesa y saliendo por la puerta del lugar.

''¡Vaya qué calor hace aquí en la calle!'' pensé en cuanto el aire caliente de la ciudad tocó mi cara. Cogí rápido el teléfono antes de que dejara de sonar.

-¿Si?.. Ah eres tú mamá.. Si todo bien, una ciudad preciosa, aunque Málaga es mejor.. Si jajaja.. Lo sé.. ¿Y vosotros qué tal? ¿Echándome de menos eh? .. Jajaj ya lo sé mamá, yo también.. ¿La tía de Marisa? Si Belén. Muy maja, y me ha tratado muy bien.. por cierto, menudo casoplón tiene. Ya os iré mandando fotos.. Si, jajaj además de verdad.. ¿La reunión? -miré mi reloj- Bah, todavía queda.. Si.. si.. que si mamá, y-ya lo se.. Claro que os llamaré en cuanto salga.. Si.. si.. Bueno tengo que dejarte que voy a comer.. ¿Te mando fotos?.. Si lo sé, ¿para qué pregunto? .. Jajaj bueno luego te llamo.. Yo también a vosotros. Un beso.

Cuando terminé de hablar con mi madre, entré en el restaurante y me senté con Marisa y Belén y ví que se estaban riendo.

-¿Qué pasa? -dije sonriendo mientras me sentaba

-Si.. S-si mamá.. Va-vale.. S-si.. Queee sii... -dijo Marisa colocando su mano en su oreja a modo de teléfono tratando de imitarme.

-Jajaj.. No se te da nada mal ardillita. -le dije guiñándole un ojo.

**

Terminamos de comer y Marisa y yo nos quedamos por el centro esperando a la llamada de alguno de los hombres del Jefe para que viniera a recogernos. En torno a las cuatro menos veinte, sonó mi móvil. Era un hombre y tenía la voz grave, aunque se le notaba que no era muy mayor. No era El Jefe, pero nos dijo que era uno de los suyos. Le dijimos donde estábamos y a los diez minutos apareció un coche tipo taxi, pero negro.

En su interior, un chico vestido de calle bajó la ventanilla, nos miró y nos dijo:

-¿Marisa y _____ Castro? -las dos asentimos- Subid, El Jefe os espera. -dijo con el típico acento del norte.

No pude evitar fijarme en el chico. Si era un hombre del Jefe.. ¿por qué iba vestido de calle? ¿Y por qué tan jóven? Tanto misterio, ¿para nada?

Marisa me miró extrañada. Probablemente pensaba como yo.

**

El chico me era increíblemente familiar, pero no sabía de qué. Era un chico alto, con melena negra oscura tapada con una gorra negra también y con barba de hace unos días. Tenía un dilata en la oreja izquierda bastante grande y como no, negro.

Al ver el pendiente, pensé en Rubén y recordé que cabía la posibilidad de volver a verle, aunque ahora todo sería muy distinto.

De repente el chico me sacó de mis pensamientos diciendo:

-¿Qué os parece Madrid? Sé que es muy diferente en comparación con Málaga, pero está bien cambiar un poco de aires.. ¿no? -dijo mirándome por el retrovisor sonriendo. El chico tenía una sonrisa preciosa, y a decir verdad, no era nada feo. Consiguió que me sonrojara un poco, por lo que sonrió más aún. Marisa, sin darse cuenta, rompió fácilmente el hielo.

-¿Cómo sabes que somos de Málaga?

-Bueno.. Sóis las chicas con las que todos quieren hablar, la sensación de YouTube, y yo tengo esa suerte. -dijo sonriendo- Además, no meto a nadie en mi coche sin saber un mínimo de quién es, ni si quiera a las chicas.. -hizo una pausa mientras se paraba en el semáforo- Por muy guapas que sean. -dijo guiñándome un ojo. -Una pena que esta sea la última vez que nos vayamos a ver en muuucho tiempo. -dijo de nuevo poniendo su sonrisa.

Volveré, lo prometo. (FanFic Rubius y tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora