Volveré, lo prometo. (FanFic Rubius y tú)

Princesa de nuevo.

_____ P. O.V.

-¿Pero a dónde vas tú con esa maleta malagueña? -dijo Cheeto pellizcándome la nariz.

-Vine a Madrid por lo del proyecto, pero ya me voy. -respondí seria, fría.

-¿Tanta prisa tienes? -preguntó Edd.

''¿Por qué se esfuerza en que le hable después de todo? Este tío es imbécil.'' pensé. Cheeto me miraba esperando una respuesta, y tarde o temprano, tendría que volver a cruzar palabra con Óscar.

-Es solo que.. -bajé la mirada mientras trataba de buscar palabras que pudieran explicar lo que sentía- Aquí ya no hago nada. Todos tenéis vuestras vidas hechas y yo.. sobro.

-¿Qué dices tonta? Anda, ven aquí. -extendió Cheeto sus brazos haciendo que me dejara caer en ellos y que alguna que otra lágrima apareciera. -Tú formas parte de nuestra historia. Jamás sobrarías.

Sus palabras consiguieron calmarme un poco. Levanté la vista y ví a Edd apenado, preocupado por mí. En ese momento recordé todo lo que le quise, y cómo cambió todo. Miré a Cheeto y dije:

-No tengo donde ir Cheeto. Iba a volver a Málaga.. pero estoy sola. Mis padres se van a vivir a otro país dentro de poco y yo.. me quedaré sin nada. Aquí ya todos tenéis vuestra vida planeada.. y no puedo quedarme con Willy y Marisa. Estorbo.

-¿Y qué vas a hacer en Málaga tú sola? -preguntó Cheeto.

-No sé. Allí tengo a.. ¿¡a quién quiero engañar!? -grité rompiendo a llorar en mitad del bus- ¡No tengo a nadie! Mis viejos amigos también tienen sus vidas y perdí el contacto con la poca familia que tengo. No tengo nada Cheeto.. ¡NADA!

Cheeto se sorprendió y se quedó paralizado. Me llevé las manos a la cara mientras seguía llorando cuando noté que unos brazos me rodeaban haciendo que apoyara mi cara en su pecho.

-Shh.. no llores princesa.  -susurraron en mi oído.

¿Princesa? Eso significaba que.. Edd. Era Edd.

Aparté las manos de la cara y le miré sorprendida. Pareció ser que sabía que me preguntaba por qué lo hizo, porque me dijo:

-Te prometí que siempre estaría aquí. Pasara lo que pasase.

Puso una tímida sonrisa y me abrazó de nuevo haciendo que girara mi cabeza en su torso. Por un momento, dejé de llorar y me agarré fuertemente a él. Aún seguía teniendo a alguien; aún le tenía a él.

**

Cheeto consiguió convencerme para hacerme pasar la noche en Madrid. Me dijo que Mangel y él vendieron la casa de Málaga, porque ambos tenían que irse. Cheeto estrenó el piso hacía poco más de medio año.

-Pues ya hemos llegado. -levantó los brazos Cheeto señalando el portal.

Volví la mirada atrás y ví a Edd con mi maleta y una pequeña sonrisa.

-¿Vamos? -preguntó rodeándome con el brazo.

-¿Va-vamos? -miré sorprendida a los dos preguntándome a dónde iba Óscar.

-Si.. también es mi casa. -respondió.

¿¡QUÉÉÉ!? Edd y Cheeto.. ¿COMPARTIENDO PISO? Los dos se rieron al ver mi expresión.. y más tarde me explicaron que Edd vendió su casa para que los periodistas le dejaran en paz, y que cuando volvió de Zamora, necesitaba un hogar. Se enteró de que Cheeto vivía solo y se pusieron en contacto haciendo que finalmente, fueran compañeros de piso.