Capítulo 6

1.3K 101 21
                                    

–Vaya, no me esperaba que supieras tantas cosas de mí.

–Siempre me has importado Amy. Aunque no lo recuerdes nos conocemos desde que teníamos más o menos ocho años. Prácticamente hemos crecido juntos, siendo muy buenos amigos y siempre nos contábamos muchas cosas. Tenemos mucha confianza.

–Me gustaría poder recordarte Sonic. Pareces ser una gran persona.

Él sonríe. Quizás esta era la oportunidad que tanto le había pedido a Chaos para arreglar su amistad.

[...]

–¿Y dónde quieres ir mañana Cream? –La mira, tiene una gran sonrisa. Es como si hubiese estado esperando esa pregunta todo este tiempo.

–Mañana viene una gran feria a la ciudad, ¡y se quedará durante una semana! Pero mamá dice que yo sola no puedo ir, y ella no puede acompañarme porque tiene que trabajar. Además de que seguro que nadie del equipo quiere ir porque la feria es "para niños" –su sonrisa se desvanece lentamente.

–Primero Cream, yo creo que por mucho que se diga que las ferias son para niños seguro que irán. Es decir, ¿a quién demonios no le gusta la feria? Y segundo, dile a tu madre que no irás sola, yo voy contigo.

–¿De verdad? –Sonríe, su cara se ilumina.

–Claro aunque seamos nosotras solas –sonrío.

–Gracias por ser tan buena conmigo.

–De repente la cara de Amy cambia radicalmente. Se siente mareada y le duele la cabeza. En cualquier momento podría perder el equilibrio. Está a punto de recordar algo nuevo– Cream, estoy mareada. Creo que me voy a caer.

–Siéntese en el suelo –la ayuda a sentarse.

El mareo se ha ido, pero el dolor de cabeza persiste. Imágenes empiezan a circular sin control por su mente. Sin duda alguna es un recuerdo.

–¡Ya déjenme en paz por favor! –Dice una conejita muy pequeña, Cream.

–¿Y qué vas a hacer para impedirlo, eh mocosa?

Nosotros somos más que tú –habla uno de los tres niños.

Y mucho más fuertes –dicen los tres juntos. Desde luego eran mucho más altos que ella.

–¿Y qué tal si os metéis conmigo, microbios? –Amy entra en escena.

¡Uy, qué miedo! No nos hagas daño chica rosa. Te lo suplico –dice uno de los niños en forma de burla. Sus amigos ríen.

–¡Sí por favor! ¡Tenemos miedo de tus puños! –Habla el que estaba a su lado, siguiendo el juego.

Quizás deberíais tener más miedo de esto –invoca su martillo–. Ahora, –les apunta con él– os iréis y no volveréis a meteros con esta niña ni con ninguna persona nunca más, porque como me entere os aplastaré. ¡¿Os ha quedado claro?! –Da un golpe en el suelo muy cerca de uno de los niños, como advertencia.

–Los tres miran el gran agujero que ha dejado el martillo, muy asustados– ¡S-sí! –Salen corriendo despavoridamente.

–Cream se acerca a ella– creo que fue muy dura con ellos señorita.

–¿Dura? Para nada. Solo fue una advertencia tranquila, aunque no era para menos. Ven, coge mi mano –extiendo la mano para que ella la coja.

Gracias señorita...

Amy, Amy Rose. Vamos, te acompaño a tu casa...

Cream, Cream the Rabbit.

Vamos Cream.

[...]

Bien, hemos llegado a tu casa Cream. Espero vernos en otra ocasión más tranquila.

Gracias por ser tan buena conmigo –la abraza.

–Cream...

–¿Está bien señorita Amy?

–Sé quien eres Cream.

–Claro que sabe quién soy. Me presenté el día que vino de la primera operación.

–No Cream, sé quien eres. Te recuerdo desde el día que vi como esos niños se metían contigo.

–Pero, eso fue hace mucho tiempo. Lo que quiere decir que...

–Estoy recuperando la memoria.

[...]

–¿Y a qué hora os vais mañana? –Dice la madre de Cream.

–Sobre las cinco y media señora Vainilla. Así Cream puede estar más rato divirtiéndose.

–Está bien, pero de todas maneras creo que no deberíais ir vosotras solas. Podría ser peligroso.

–No se preocupe señora, conmigo no le pasará nada. Además, terminará viniendo más gente, estoy segura.

–De acuerdo, pero no vengáis muy tarde. Y cualquier cosa me llamas Amy.

–Sí.

[...]

–¿Ir a la feria dices? –Pregunta extrañado el erizo negro.

–Hace mucho que no vamos a la feria. ¿Verdad Blaze? –Silver busca la mirada de Blaze.

–Cierto –responde ella.

–Yo me apunto a ir –dice Sonic. Le dedica una sonrisa a Amy.

–Ella le devuelve el gesto. Acto seguido mira a los demás– ¿Alguien más se apunta?

–Yo –se añade Tails–. Sonic ya nunca me lleva a ningún lado –lo mira seriamente.

–Nunca me dices que te lleve a ningún lado –se defiende él.

–Es que no hay que decirlo. Es obvio que hay que llevar a tu hermano a la feria.

–Mi hermano siempre está ocupado cuando quiero hacer algo con él.

–¿A qué hora Pinkie? –Pregunta Rouge para cortar la discusión.

–A las cinco para estar allí a y media más o menos. Pero para venir no lo sé. Tendrá que ser pronto para que la señora Vainilla esté tranquila.

–Bien –contesta Rouge.

–Pero yo quiero estar más tiempo con ustedes señorita Amy –pone cara de niña buena.

–Ni hablar. Estabas delante cuando tu madre dijo que no viniésemos muy tarde.

–Jo –se queja la pequeña.

–Vamos Amy, no seas así. Somos gente responsable. Vainilla lo sabe –dice Sonic.

–La última vez que dijiste que éramos gente responsable no volvimos al taller hasta las nueve de la noche, del día siguiente –explica Blaze.

–Yo ni sé como llegué aquí –comenta Sally.

–No te quejes. Yo acabe dormido encima de una lámpara –contesta Knuckles.

–De eso sí que me acuerdo –ríe Silver.

–A mí no me hizo tanta gracia Silver –dijo Knuckles seriamente.

–Ni a mí. Estuve sacando purpurina del taller dos semanas. Sobre todo de debajo de la cama de Sonic –dice Tails para mirarlo.

–No me mires así, yo no recuerdo esa parte –salta Sonic.

–Claro como tú no limpias –susurra Tails.

–Chaos bendito y dices que sois gente responsable Sonic –responde Amy.

–Bueno, a ratos sí –sonríe despreocupado.

–Eres un desastre –ríe.

–¡Oye! –Él se hace el ofendido.

–Entonces, ¿hoy a las cinco en la puerta del taller? –Blaze Interrumpe las carcajadas.

–Sí –habla Cream muy animada.

Amnesia olvídameDonde viven las historias. Descúbrelo ahora