Habían pasado un par de semanas.
Amy había dejado a un lado, temporalmente, las actividades relacionadas con el crimen de su madre y su intento de asesinato. Lo hacía para dedicarse un poco de tiempo a ella misma y a su salud.
Siguió los consejos de su médico, evitar el estrés y hacer cosas que le hiciesen sentir bien.
Lo que hizo en esas semanas fue dedicarse a conocer a la gente que la rodeaba, de nuevo.
Pasaba algunas tardes con Cream, haciendo repostería y ayudando a la señora Vainilla a organizar papeleo de la casa que tenía pendiente.
Entrenaba con Knuckles día sí día no. Se podría decir que había mejorado bastante ya que había endurecido los entrenamientos.
Ayudó a Sally a hacer la mudanza ya que había encontrado un sitio a mejor precio.
Algunas noches salía con Rouge a divertirse.
Hablaba con Blaze y Silver para ayudar a crear un vínculo más de relación que de amistad. Y lo estaba consiguiendo. Hablaba de los avances con Blaze.
A Shadow no le había visto mucho ya que últimamente está muy solicitado por G.U.N. Él le había hablado sobre la empresa y su trabajo.
Con Tails fue un poco complicado. Le costó apartarlo de sus inventos para poder conocerlo más.
Tenía mucha presión en sus espaldas; a pesar de ser uno de los pequeños del grupo se encargaba de muchas cosas, demasiadas al parecer de Amy.
Se encargaba de mantener la casa, la salud del equipo y abastecerlo de la última tecnología.
Se le veía cansado.
Ella lo ayudó quitándole carga de encima como podía.
Gracias a eso su vínculo de hermandad volvió a ser el de antes, incluso mejor.
Y Sonic, bueno, habían pasado mucho tiempo juntos estos días. Más de lo que ella tenía planeado en realidad.
Cuando no estaba con alguien del team estaba con él.
Sonic admitió que pasaba tanto tiempo con ella para vigilarla.
Últimamente la había notado muy cansada, cosa normal ya que Amy pasaba noches sin dormir por las pesadillas de los recuerdos traumáticos. Cosas que había sido forzada a recordar o preguntas sin respuesta.
Ella le había comentado que se tomaría unas semanas de descanso, pero no lo hacía. En nombrosas ocasiones la encontró ojeando y buscando información que pudiera servirle para su caso.
Él estaba ahí para controlar sus impulsos.
Sus visitas hacían que la mente de ella se distrajese, disfrutando únicamente de su compañía.
Desayunaban juntos, pasaban las tardes jugando con unas videoconsolas, salían a pasear, cocinaban, Sonic le contaba historias. Unos días incluso durmieron juntos, poniendo los colchones inflables en el salón.
Se podía decir que eran tiempos de paz.
Todo estaba correcto. Eggman seguía de vacaciones, no había muchos incidentes por la ciudad, sus amigos estaban bien, Amy era feliz, y Sonic, por alguna razón, también estaba feliz, pero por verla a ella contenta.
Desde hace unos días que sus sentimientos eran confusos.
No le molestaba la sensación en absoluto, pero se sentía un poco rara cuando estaban juntos. Es como si cada vez que riesen juntos un cosquilleo le pasase de abajo a arriba por la columna vertebral.
Él por su parte estaba muy enfadado consigo mismo. Esto de descubrir sus emociones por su cuenta se le daba estrepitosamente mal.
Cada vez estaba más confundido. Olía su perfume en todas partes, es como si, inconscientemente, la echase de menos cuando no estaban juntos. Y eso que pasaban la gran parte del día uno al lado de otro.
Suspiró internamente. ¿Por qué me como tanto la cabeza con esto? Pensaba.
Era realmente increíble todo esto que le estaba pasando. Con lo mal que estaban hace tan solo unos meses atrás y lo bien que están ahora.
Ahora estaban merendando.
Amy la tarde anterior estuvo con Cream horneando galletas. Ninguna se esperaba que saliese semejante cantidad de ellas. Para no dejar que Cream abusase del azúcar se llevó una cantidad de galletas considerable.
Y pues ahí estaban, comiendo mientras miraban la televisión con un cómodo silencio. Pero como siempre ocurre con los silencios, alguien tiene que romperlos.
–Me alegro de haber pasado estas últimas semanas conociéndoos –dice ella mientras coge una galleta del bol.
–Han sido unas semanas agradables, –admite Sonic– llenas de paz.
–Sí, pero ya estoy cansada de tanta paz –él se gira a mirarla–. Creo que ya he descansado lo suficiente. El médico me ha dicho que estoy sana así que no le veo ningún inconveniente en activarme un poco. Necesito moverme.
–¿Qué sugieres?
–Se levanta– me parece que ya es la hora de volver a lo que he dejado apartado este tiempo. –Va a su habitación y sale con una carpeta de cartulina de color marrón. Sonic sabía muy bien que era esa carpeta. Ella se sienta en la mesa–. Toca volver a la acción.
–No estoy de acuerdo. Todavía es muy pronto –dice Sonic poniéndose a su lado.
–Sonic, –lo mira– sabes que me va a dar igual lo que digas y lo voy a hacer, ¿no?
–Suspira– tenía que intentarlo.
–Buen intento de todas formas. –Abre la carpeta y coge uno de los informes de los tres sospechosos– mañana toca hacer una visita a alguien.
–Se acerca para leer el nombre de su siguiente objetivo– Diego The Wolf.
–Sí, hasta donde yo sé era amigo de mi madre, de su época de colegio e instituto.
–¿Y dónde vive este hombre?
–En Spring Yard Zone.
–¿A qué hora planeamos darle una visita a este señor?
–Por la tarde, a las seis. Tengo entrenamiento con Knuckles, y me gustaría ducharme tranquilamente, –lo mira– sin que nadie me interrumpa.
–¡Ey! ¡Solo fue una vez! Para una ocasión en la que soy puntual y encima te quejas.
–No me quejo, de hecho, eras tú el que se quejaba de verme en toalla.
–No tienes ni la más mínima idea de lo incómoda que es esa situación.
–Todo son locuras tuyas.
–Voy a dejar esta conversación que no lleva a ningún lado –se va de su lado y se sienta en el sofá a comer galletas.
–Una discusión que no puedes ganar –remata.
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Amnesia olvídame
FanfictionAmy, a causa de un intento de asesinato, pierde la memoria. Por el camino a su recuperación descubrirá como son las personas que la rodean y en las actividades en las que está involucrada. No todo es lo que parece, y ella es el vivo ejemplo de ello...