Ya tenían la copia de los informes y demás papeles y los detectives Chaotix habían sido informados de la situación actual.
Amy estaba agotada. Digamos que su ansiedad no ayudaba mucho, pero el lado positivo es que al menos no había vuelto a tener un ataque.
Estaba sentada en la mesa de su comedor intentando recordar todos los apuntes que había hecho sobre el caso. Se maldecía a sí misma por no recordar todos los detalles con exactitud.
Sonic estaba en la cocina, aún pensativo. Aunque hubiese conseguido dormirse la noche anterior no significaba que sus dilemas se hubiesen esfumado mágicamente.
¿Y si hablaba con ella y le contaba lo que había pasado entre los dos anteriormente? No, no sería buena idea forzarla a recordar.
–Sonic, ¿estás buscando algo? –Dice Amy desde el comedor. Ya llevaba un buen rato en la cocina.
–Sí. ¿Tienes esas galletas de chocolate rellenas de frambuesa que me gustan? –Mintió para ocultar que estaba hundido en sus pensamientos, aunque, ahora que lo había dicho en voz alta, le apetecían esas galletas.
–Sí, están en el último armario de arriba de la derecha.
Ahora le daba un poco de vergüenza haber pedido comida como si estuviese en su propia casa, aunque a Amy no le importase.
Las cogió y abrió el paquete para empezar a comer. Quizás la comida le ayudaría a aplacar sus pensamientos, como ya lo solía hacer antes.
–Yo también quiero una.
Dió un pequeño salto, no la había escuchado llegar.
–Perdona no quería asustarte. ¿Estás bien? No tienes muy buena cara.
–¿Eh? Sí, bueno, digamos que no he dormido mucho, eso es todo.
–Me suelo mover mucho mientras duermo.
–No ha sido eso, más bien mis pensamientos de mierda. A veces no me dejan descansar.
–¿Quieres hablar de ello?
–No. No quiero darle más vueltas.
–Como quieras, pero sería mejor que te descargues.
–De verdad, no hace falta. Solo quiero seguir comiéndome las galletas.
–No me dejes sin, ya te he dicho que yo también quiero una.
–Vale, cógela –coge una con los labios.
–Ella la coge con la mano– buen truco –lo besa–, pero cada sabor me gusta por separado –le da un bocado a la galleta.
–Ya veo –coge otra galleta–. ¿Qué tienes pensado para hoy?
–No lo sé, estoy saturada. No consigo recordar todo lo que puse en los papeles, además, siento que algo no está bien.
–¿El qué?
–No sé el que exactamente. Quizás solo esté cansada.
–Necesitas un día de 'chill out'.
Vamos a hacer una tarde con amigos en casa de Tails, eso te distraerá.–No quiero molestarle.
–No es molestia, a Tails le gusta estar con nosotros. Lo que no le gusta es cuando estamos borrachos y le destrozamos la casa –ríe.
–Normal, pobre Tails.
–Llama a Tails y le explica la idea– okay, bye. Ya tenemos plan. Avisa al amargado de Shadow.
–Está con un caso de G.U.N. No debería molestarlo.
–Avísale. Seguro que él también necesita un descanso.
–Le diré que la idea ha sido tuya, así solo se enfadará contigo.
–¿Pero que alguna vez ha estado contento conmigo?
Ambos ríen. Las bromas que hacían entre ellos les levantaba el ánimo.
[…]
Y ahí estaban todos mágicamente, jugando a aquel juego de cartas que nadie entendía y que nadie ganaba nunca, hasta ahora.
–Cuatro sietes, dos cincos y dos ases, con esto termino – Amy sonríe victoriosa.
–¿Veis como se podía ganar? Era cuestión de echarle horas –dice Rouge mientras tira sus cartas a la mesa descubriéndolas.
–Ahora que has ganado, ¿nos explicas cómo? –Pregunta Knuckles mientras descubre las suyas.
–Realmente no es tan complicado, pero depende mucho del azar. Todos empezamos con diez cartas y para ganar la suma de todos los números tiene que ser un múltiple de cinco. Al final da igual con cuantas cartas te quedes mientras consigas el objetivo. Nos vamos robando cartas según nos convenga y bueno, supongo que he tenido buen ojo al elegirlas.
–Yo creo que con esta partida de hora y media he tenido suficiente –Silver hace la misma acción que Rouge–. ¿Hacemos otra cosa?
–Lo siento cariño, pero yo no puedo. Tengo que irme –dice Rouge.
–Yo también –añade Shadow.
–Tenemos un caso complicado en G.U.N. y digamos que acabamos de gastar nuestro tiempo de descanso.
–¿No os pueden sustituir otros por un rato más? Me parece muy poco tiempo de descanso para un trabajo tan intenso –dice Tails preocupado. Ni siquiera habían podido comer o dormir.
–Somos los agentes más competentes de la agencia, bastante tiempo de avance están perdiendo en la investigación mientras nosotros estamos aquí.
–Shady tiene razón, debemos volver. Pero no os preocupéis, este no es el caso más complicado al que nos hemos enfrentado. –Se despide con la mano– volveré a por la revancha Pinkie –abre la puerta y sale.
–Tened cuidado –desea Amy.
–Tú también Amy –pide Shadow y cierra la puerta.
Ella sabía que era un caso realmente importante. La misma Rouge le dijo que solo la llamaban para casos cien por cien urgentes, y si los tenían juntos trabajando desde hace un par de días, sería vital.
Aunque algo se le hacía extraño, como si ambos supiesen algo de ella que ella pasaba por alto.
Parpadeó un par de veces seguidas. Debería dejar de quedarse pensativa en cualquier sitio. Cada vez se parecía más a Sonic en ese aspecto. Rio internamente.
¿Cómo era posible que pensase más en él que en cualquier otra persona? Desde luego cuando le coges cariño a una persona te atontas.
Porque así se sentía, atontada.
Y por Sonic sentía eso, muchísimo cariño. El amor era algo que no se planteaba, no hasta que todo el asunto se solucionase. Además había dentro algo que le decía que no estaba bien, algo que le impedía depositar ese sentimiento en él.
¿Sería por aquello que Balbina le dijo un día?¡Balbina! Quizás podría aclarar todo su bloqueo mental, y de paso predecir que le depara el futuro.
Ya sabía que iba a hacer mañana. Solo había un pequeño inconveniente, ¿cómo se iba a deshacer de Sonic? Estaba claro que no la dejaría ir sola a ninguna parte.
Pero bueno, ese problema se lo dejaría a la Amy del mañana.
–Podemos comer algo y ver una película, así echamos la tarde –sugiere Sally.
Desde luego iba a aprovechar el tiempo con sus amigos.
Lo que no sabía es que a partir de mañana cambiarían las cosas.
ESTÁS LEYENDO
Amnesia olvídame
FanficAmy, a causa de un intento de asesinato, pierde la memoria. Por el camino a su recuperación descubrirá como son las personas que la rodean y en las actividades en las que está involucrada. No todo es lo que parece, y ella es el vivo ejemplo de ello...