Capítulo 8

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–Por fin se ha acabado la cola.
Los pies me están matando –se queja Rouge.

–No entiendo como puedes llevar tacones a todos lados Rouge. Con lo cómodas que son unas zapatillas de hacer deporte.

–Estoy de acuerdo con Sally –comenta Amy.

–Para lucir hay que sufrir queridas.

–Lo que tú digas –dice Sally mientras pone los ojos en blanco.

–¿Os vais a quedar ahí todo el día o os montáis?

–Nos montamos, nos montamos –responden al unísono.

Caminan hacia la atracción, pero el revisor los detiene.

–Lo siento, pero los asientos son de cuatro personas, no de seis. Dos de vosotros os tendréis que esperar al siguiente turno. La atracción está completa.

–¿Pero qué demonios pasa hoy con nosotros?

–No tenemos suerte.

–¿Qué hacemos entonces?

–Yo me quedo aquí. Ya nos encontraremos más tarde –responde Sally.

–Yo también me quedo. Paso de estar con el faker.

–Yo también te quiero emo.

–¿Ya os habéis decidido jóvenes? –Pregunta el revisor con tono de impaciencia.

–Sí, seremos nosotros –Sonic señala a Rouge, Knuckles y Amy.

–Perfecto, pasad por aquí –les hace un gesto para indicar que le sigan.

–¡Diviértete Amy! –Grita Sally con la esperanza de que Amy recuerde algo.

[En los asientos de la atracción]

–¡Va a estar genial! –Dice Amy muy emocionada.

–Estoy segura de que te va a encantar Pinkie –comenta Rouge mientras baja el seguro de su asiento.

–Antes te montabas mucho en este tipo de atracciones. Se podría decir que eras una loca de la adrenalina o algo así –le informa Knuckles.

–Mmm... ¿Vale? Si tú lo dices –cuestiona Amy.

–No le hagas caso. Tanto como loca no, –dice Sonic– pero sí que siempre te han gustado mucho –le sonríe.

Ella le devuelve el gesto. Desde luego es un chico muy amable, piensa Amy.

–¿Soy yo o entre ellos dos hay muchas sonrisas últimamente? –Le susurra Rouge a Knuckles.

–Sería mejor no meternos en sus cosas.

–¿Pero qué piensas?

–Que Sonic ha aprovechado la situación para volver a empezar con ella. Han estado mal mucho tiempo.

–Pienso lo mismo que tú.

El revisor pasó por cada asiento para comprobar que estaban bien asegurados.

Este dio la señal de que todo estaba correcto y la atracción comenzó a ascender.

Amy miraba hacia abajo muy emocionada, pero la cabeza le dolía. Otro recuerdo.

¿No tienes miedo Amy?

–No me conoces bien Sonic. Si supieses cuanto me gustan las alturas. Me hacen sentir, libre.

Estoy de acuerdo. La libertad es una sensación fantástica, es agradable que otra persona sienta lo mismo que yo. Poder compartirlo, contigo.

Amnesia olvídameDonde viven las historias. Descúbrelo ahora