Amnesia olvídame

Capítulo 10

Ayer fue un día interesante. Sonic me hizo recordar muchas cosas.

También he aprendido mucho sobre los demás miembros del equipo, son personas con mucha historia. Una historia que me gustaría poder recordar por mi misma.

Escucho como pican a mi puerta. ¿Quién será? En esta parte de la ciudad apenas madruga nadie.

Vuelven a picar, pero esta vez con más insistencia.

–Voy –dice mientras va a abrir la puerta. No esperaba encontrar a esa persona al otro lado.

–Rose.

–¿Shadow? ¿Qué haces aquí?

–Quiero que vengas conmigo.

–¿Qué? ¿Adónde?

–A un lugar que te hará recordar más cosas.

–Por unos instantes queda pensativa, pero finalmente acepta– está bien –cierra la puerta con llave–. ¿Está muy lejos de aquí?

–Nada está lejos para mí –la coge en brazos–. Más vale que te agarres.

Amy estaba realmente sorprendida. No podía creer que un erizo, o cualquier ser vivo, fuese capaz de correr tan rápido.

Se aferraba al cuerpo de Shadow mientras admiraba el paisaje.

En ocasiones se le escapaba alguna que otra mirada hacia el rostro de Shadow. No podía negar que le parecía un chico atractivo.

Él miraba al frente con su semblante típico. Ella apartaba la mirada rápidamente por vergüenza y seguía mirando el paisaje.

La última vez que lo hizo, Shadow se percató de ello y sonrió levemente.

–Llegamos –la baja.

–¿Qué es este lugar? –Contempla el paisaje maravillada.

Un pequeño lago llenado por una cascada y a su derecha un Sauce. Era un lugar bien escondido entre las montañas.

–Tu sitio secreto.

–¿Mi sitio secreto? ¿Y cómo es que tú lo conoces entonces?

–Te encontré llorando aquí un día, más o menos cuando tenías catorce años.

–¿Llorando?

–No siempre has sido feliz del todo, solo has pretendido aparentar que sí lo eras frente a los demás. Ya me imagino porque llorabas aquel día.

–¿Por qué?

–El faker.

–Sonic.

–Sí. Siempre has estado enamorada de él.

–¿Enamorada de Sonic? Es buen chico, pero no siento nada por él –respondía, aunque después de lo que vivió con Sonic el día de ayer, quizás no lo tenía tan claro.

–Eso lo dices porque no recuerdas nada. Cuando todo vuelva a la normalidad lo harás.

–Oye Shad, si es verdad lo que dices, entonces prefiero no recordar.

–No te entiendo.

–Quiero poder tener la oportunidad de elegir nuevos caminos. El pasado no tiene porque dictaminar mis acciones. Además, estoy empezando a acostumbrarme a esta nueva vida.

–Me alegra oírte decir eso, Rose.

Un fuerte dolor empieza a invadirle el cráneo y cae de rodillas sosteniéndose la cabeza.