Amnesia olvídame

Epílogo

Habían pasado un par de meses. Sonic ya había salido del hospital.

Amy estaba en su casa arreglando papeleo. Resultó que su madre le había dejado una pequeña herencia, pero al tener muy poca edad cuando ella falleció no pudo obtenerla.

Fue a una agencia encargada de esos temas y pudo conseguir el dinero. Al fin y al cabo ya podía reclamarlo por ser mayor de edad. Justo hoy cumplía los dieciocho.

Axel fue declarado culpable de todos sus delitos y fue condenado a cadena perpetua.

Resultó que él era el líder para el que Manic trabajaba, así que su testimonio también se añadió a su lista de cargos.

Su vida había cambiado bastante en este tiempo, pero aún tenía que cerrar un capítulo de su vida si quería estar tranquila.

Fue a la floristería y compro cuatro flores. Había quedado con Sonic para zanjar un tema.

Se encontraron en la plaza central de la ciudad.

Caminaron hasta llegar a una montaña. Subieron por un camino de tierra hasta la cima.

Se detuvieron al llegar a una puerta de hierro. Sonic la cogió de la mano.

–Estoy contigo –dijo él.

Dio un suspiro nervioso y abrió la puerta. Ya habían llegado al cementerio.

Ella no sabía que sus padres habían sido enterrados ahí, por eso investigó en los archivos del ayuntamiento y habló con los sepultureros de la ciudad hasta dar con el correcto.

Caminaron un rato hasta llegar a las tumbas que buscaban.

–'Aquí yace Alexandra Rose, una gran mujer que merece ser recordada' –lee Amy, su voz no podía evitar ser quebrada. Miró al lado y habló– 'Aquí yace Héctor The Hedgehog, un hombre que siempre luchó por sus sueños' –lágrimas empezaron a resbalar por sus mejillas.

Sonic puso una mano en su hombro dándole a entender que la apoyaba, pero que no le iba a impedir desahogarse.

Lloró durante unos minutos hasta tranquilizarse.

Cuando se vio con las suficientes fuerzas se agachó y puso primero, en ambas tumbas, una camelia y luego un clavel rosa. Se levantó volviendo a quedar a un lado de Sonic.

–Es muy bonito lo que les has dicho –habló él.

–¿Lo has entendido?

–Sí, no es que sea un experto en el lenguaje de las flores, pero lo domino bastante. La camelia significa "te querré siempre", mientras que el clavel rosa significa "nunca te olvidaré".

–No sabía bien como expresar mis sentimientos, pensé que las flores serían una buena opción.

–Lo son, siempre lo son.

Miraron por un momento las tumbas, sintiendo como una etapa se cerraba y otra se abría.

–Se acabó. Lo malo se ha acabado –dice Sonic.

–¿Me das un abrazo?

Él extendió sus brazos y la envolvió lo más dulce que pudo.

Ambos se merecían ser felices de ahora en adelante.

–Gracias, gracias, gracias –habla Amy, quien no se había sentido así de bien en mucho tiempo.

–Feliz cumpleaños Amy, amor.