Capítulo 36

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–Suspira– vale, ni siquiera me resulta fácil explicarlo.
Unos meses atrás el hermano de Sonic, Manic, sufrió un accidente de moto y quedó en coma.
Sonic al enterarse obviamente fue al hospital, pero al llegar se encontró a unos tipos extraños. Resultó que su hermano estaba metido en el mundo del narcotráfico porque necesitaba dinero.
Estuvo un tiempo vendiendo, pero al enterarse de que también suministraban droga a niños de los barrios marginales se fugó con un quilo de crack.
En la persecución le dispararon en la rueda trasera de la moto y salió disparado. Los tipos que estaban ahí venían a asesinarlo para saldar su deuda.
Sonic, para proteger a su hermano, pagó el quilo de crack, cincuenta mil rings.

–Chaos bendito, eso es muchísimo dinero.

–Casi todos sus ahorros.
Los médicos no tenían muy buen pronóstico para Manic. No sabían cuando iba a despertar, si es que despertaba.
Sonic estuvo un tiempo aislado de todo.

–Sí, me suena.

–Por alguna razón, que todavía no sé, no se deshizo de la droga.
Cada vez estaba más deprimido, entonces empezó a consumir. Yo un par de días más tarde lo descubrí y me deshice de lo que quedaba.
El día que tú viniste de visita era el mismo día en el que yo le quité la droga.
Como sabrás el crack al igual qué otras substancias genera dependencia, y cuando no lo consumes te vuelves agresivo y te lo tomas todo a la defensiva. Por eso te contesto así.
Al verte realmente lo que buscaba era apoyo, pero al estar con la dependencia acabó diciendo otras cosas.

–...

–Lo llevé a una clínica de desintoxicación. Afortunadamente no se había vuelto un adicto, entonces no tardó en recuperarse.

–¿Y cómo está Manic?

–Hace un par de semanas que despertó. Está en este hospital, de hecho iba a hablar con él sobre Sonic. No le contaré la parte que te he contado a tí, solo que le han disparado –se levanta.

–¿Puedo ir contigo? Shadow y Rouge aún tardarán un rato en salir.

–No veo porque no. Está una planta más abajo.

[...]

–Hey Tails, ¡cuánto tiempo! Me pillas viendo la tele.

–Hola Manic. ¿Cómo estás?

–He estado mejor otras veces, pero al menos estoy vivo –ríe.

–Hola –dice Amy.

–Vaya vaya, pero si es Amy Rose. Que suerte la de mi hermano. ¿Estás bien?

–Podría estar mejor la verdad.

–Venimos a hablar sobre Sonic –comenta Tails.

–¿Pasa algo?

–Está ingresado en este hospital, le han disparado –habla Amy.

–¡¿Qué?! Tails pásame las muletas –señala a una esquina.

–Tails se las da– ahora está en la quinta planta, recuperándose.

Manic se levanta dejando ver su estado completo.

Tenía la pierna derecha escayolada por debajo de la rodilla. En el antebrazo izquierdo tenía una gran quemadura. Por último tenía puntos de sutura en la frente que llegaban hasta su ceja derecha.

Definitivamente podría haberse matado.

–¿Me podéis ayudar con el gotero? –Amy asintió.

Fueron hasta el ascensor cruzándose con personal del hospital. Manic saludaba a muchos de ellos ya que eran algunos de los que le habían atendido.

Amnesia olvídameDonde viven las historias. Descúbrelo ahora