—Y dime Rose ¿Cómo te va en clases? Ya estoy enterado de que has entrado a la universidad, felicidades por cierto— dirijo mi atención al hombre frente a mi mientras me obligo a sonreír forzadamente perdiendo el hilo de mis pasadas divagaciones por su culpa.—Gracias, me va bien— respondo tajante sin lograr su sonrisa hipócrita la cual se dirige ahora a su hijo
—También estoy al tanto de que David ha revelado sus sentimientos hacia ti y eso me alegra mucho al igual que el—hago una mueca en desacuerdo a sus palabras queriendo enormemente irme de ahí porque mi paciencia se está agotando al ser ahora el centro de atención en ellos.
—Lastima entonces que no pueda decir lo mismo— refuto mordaz haciendo que este frunza el ceño y mi padre dirija su mirada acusatoria hacia mí.
—No lo creo Rose—lo observo confundida— no tienes que decir esas cosas de alguien con el cual te llevas bien—ladeo mi cabezo viéndolo con una gran incógnita en mi rostro al no encontrar sentidos a sus palabras
—Bromeas ¿verdad?— le interrumpo confundida.
—Serás excelente nuera Rose—determina Robert con una gran sonrisa mirándome nuevamente para luego sentir un apretón en mi mano a mi lado derecho haciéndome voltear aturdida hacia David el cual me mira también sonriendo pero sin burla en su expresión a diferencia de Eduardo el cual observa todo sin decir nada.
—Se está equivocando señor—aparto de inmediato el agarre de David— su hijo y yo no somos amigos y mucho menos pareja. — Manifiesto con seriedad haciendo que él me mire intrigado ante mi aclaración
—No entiendo, porque primero tienen que serlo para después casarse— expresa pensativo haciendo así que mi cuerpo se levante con urgencia
—Están todos desquiciados si de verdad creen que yo aceptare tal cosa— expreso con malestar al verlos a todos ahí y logrando captar el sentido de la visita haciendo que de inmediato salga de la casa ignorando los llamados furiosos de mi padre. Entrando a un taxi para después dictarle la primera dirección en mi mente me pongo a pensar que verdaderamente mis padres son unos estúpidos los cuales solo sirven para darme migraña. Después tendré que deshacerme de ellos al igual que los demás porque tengo que evitar inconvenientes y ellos ya está empezando a entorpecer mi futuro.
—Ya llegamos señorita. — informa el conductor sacándome de mis especulaciones para después pagarle eliminando su rostro inquisitivo de mi e irse. Me adentro al edificio subiendo al segundo piso por las escaleras escabulléndome del conserje para luego detenerme en la puerta con el número 17 grabado en metal dorado sobre la madera.
— ¿Qué quieres y como llegaste hasta aquí?— el chico con ahora más evidentes tatuajes en sus brazos sin la chaqueta de por medio que los cubre me mira serio luego de abrir la puerta con pintas aún más desaliñadas de lo habitual. Ignorando sus preguntas lo hago a un lado entrando al departamento que al igual que él está desordenado y en donde localizo inmediatamente sobre la mesa bolsas pequeñas en las que hay visiblemente polvo blanco el cual reconozco sin esfuerzo haciendo que voltee a verlo en el marco de la entrada cruzado de brazos en desacuerdo de mi acto.
—Así que también te drogas— sonrío de lado al ver su mirada molesta— y ¿porque será que no me sorprendo?
—No es tu asunto lo que haga o no en mi casa y en mi vida— me siento en el sofá de cuero negro dándole una rápida repasada al lugar tenue pero moderno con toques rebeldes y oscuros como su dueño.
—Exacto, no me interesa—confieso viéndolo— y solo vine por cigarro— se cruza de brazos haciéndome sonreír con gracia ante mi perfecta excusa.
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Sonrisa Fingida |TERMINADA|
Mystery / ThrillerHistoria Original, Prohibida su Copia O Adaptación. La vida de Rose Patterson está llena de misterios, secretos, desgracias y mentiras detonantes de agonía. Ella tratará de controlar sus impulsos psicópatas a lo largo de sus días lo cual es lo úni...