Capítulo 11: Rabia y Dolor

1.3K 174 71
                                    

Rápidamente me levanto de la cama buscando un abrigo que cubra mi cuerpo en pijama de la desolada noche. Tengo una extraña punzada en el pecho y aquella llamada de Samuel no tranquiliza mi ritmo cardiaco porque su preocupación aumenta en mí la curiosidad de lo que sea que haya pasado.

Saliendo de mi habitación rápidamente y en silencio tomo las llaves de la casa abriendo la puerta con cautela cerciorándome antes de que nadie me vea para salir de la casa y literalmente correr hacia el lugar dicho en el cual luego de aproximadamente cinco minutos llego con la respiración entrecortada por la prisa. Observando a mi alrededor noto que está igual que la vez pasada en donde vine junto a él, a diferencia de que esta vez una brisa densa y fría me envuelve haciéndome voltear con desconfianza hacia un ruido proveniente de detrás de unos escombros en donde un Samuel muy pálido se acerca a mí haciéndome suspirar un poco más tranquila por lo que ahora sé que es su presencia.

—Rose —susurra acercándose a mí observando a todos los lugares posibles rápidamente también como si temiera a que alguien lo encontrase — Me alegro que ya hayas llegado, estaba muy preocupado — confiesa con una sonrisa tensa en los labios dejándome ansiosa por sus palabras para después él romper nuestra distancia abrazándome con fuerza haciéndome sentir el temblor de su cuerpo.

— ¿Me dirás que te pasa? No entiendo nada —murmuro separándome.

—S-sí—asiente en respuesta desordenando su cabello y soltando un suspiro entrecortado — fui al lugar como te lo había dicho, pero no tenía señal en el móvil para poder avisarte de mis movimientos así que me quedé ahí por varios minutos esperando un movimiento sospechoso. No vi nada extraño en esa casa hasta que él decidió salir con aquél mismo auto hacia no sé dónde, y yo viendo un taxi cercano también decidí seguirlo — toma entre sus manos su rostro — el viaje fue largo porque salimos de la ciudad — frunzo el ceño al escucharlo — y que bueno que lo hice porque mis sospechas se confirmaron al verlo entrar a una especie de bodega escondida. — carraspea volviendo a ver a su alrededor haciendo que tome sus manos para que se enfoque en mi y no en su inminente miedo— ahí había otro auto y cuando pensé que era lo correcto con cautela me adentre al lugar — muerde su labio con fuerza y siento como aprieta mis manos— los divise en una habitación y me escondí detrás de unas cajas. Gracias a Dios y el terreno que estaba poco iluminado y era un desastre porque eso me facilitó las cosas, aun así algo me salió mal— traga saliva nervioso apartando su mirada de mi— antes los conté y eran 6 sujetos en total— decide verme luego con ojos cristalizados haciéndome verlo aturdida — 3 de ellos no se dejaban ver muy bien, pero pude escuchar hablar a una persona en específico que logre detallar al no poderse ocultar muy bien— se separa un poco de mi botando el aire de sus pulmones — pero no pude ver más por mi descuido así que por suerte logré salir de ahí — frunce los labios— perdón pero tenía miedo, estaban armados y solo me hui en el taxi al cual le pagué muy bien para que me trajera hasta aquí.

—No fue tan malo entonces—me atrevo a decir lo cual lo hace negar de inmediato

—No estas entendiendo Rose — me mira con miedo— ellos me vieron perfectamente, s-saben quién soy y temo que me hayan seguido— niega aún más pálido de lo normal— e-eso no lo dudo

Retrocedo un poco ante sus palabras mientras también niego ante lo que me dijo.

—No puede ser — agrego frustrada — debiste esperar entonces o no entrar a ese lugar— reprocho

—¡Lo se lo sé!— jala sus cabellos desesperado— pero no lo hice porque oportunidades como esas no se pueden dejar pasar, solo que me equivoqué — confiesa también frustrado.

Soltando un suspiro decido volver a acercarme a él para tomar sus manos y ver la profundidad de sus ojos los cuales se ven de un verde aún más oscuros por la noche.

Sonrisa Fingida |TERMINADA|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora