En mi ensimismamiento pierdo la noción del tiempo y, solo pude observar cómo se habían llevado el cuerpo sin vida del que fue mi padre en una camilla hasta la ambulancia, mientras mi cuerpo aun con movimiento solo asentía y seguía al oficial que se acercó a mí para constatar mi estado y la situación, utilizando vagas preguntas que respondí con monosílabos sin prestarle mucha atención porque mi mente estaba en blanco; en un lugar seguro en donde solo había calma y yo estaba sola. Sin embargo mi nuevo estado de shock decayó al ver llegar al terreno—ahora clausurado— el auto particular de David estacionarse a pocos metros de mi asiento, en donde divisé rápidamente a los tres individuos familiares bajar apresurados del coche y acercarse a sitio.
—H-hija-a... t-tu p-padre— la presencia consternada de mi madre hace que mi cuerpo se levante para acallarla en un abrazo, en donde velozmente percibo las vibraciones de su llanto poco después de embriagarme de su aroma frutal.
—Lo sé— me obligo a tragar con pesadez saliva al separarme de ella para ver su rostro hinchado y rojo por el llanto. Mas sin embargo al ver a Eduardo acercarse a nosotras decido voltear mi cuerpo en su dirección contraria porque sinceramente su dolor es lo que menos me importa, pero mi acción se detiene al chocar con un cuerpo firme que de inmediato me acorrala entre sus brazos largos.
—Lo siento mucho pequeña— el perfume empalagoso de David junto a sus caricias en mi espalda hacen que mi anatomía reaccione con rechazo ante su consuelo afectivo patético.—Suéltame— aplano mis labios sin ultimar mi expresión abrumada mientras me remuevo de entre su cuerpo hasta zafarme sin verlo— Y no te acerques— dirijo mi visión a los policías que terminan de colocar a los alrededores del edificio una cinta plástica amarillenta.
—Perdón—dirijo mi vista nuevamente al entrometido para ver su expresión cabizbaja— lo que atravesaste debe ser duro para ti— alza su cabeza para verme y me doy cuenta de su mirada enrojecida y afligida— créeme Rose, esta noticia no es agradable para nadie y, por eso ahora mismo, buscaremos justicia para ello. Por lo tanto, debes declarar todo lo que sabes y viste para encontrar al responsable de este mal.
—El área ya está despejada— otro oficial mayor de alto rango se acerca para ver a David y a mí de reojo interrumpiendo su discurso— Debemos irnosDavid solo asiente a su persona luego de dirigirse a su auto y subir junto a mí. Pero antes de que cierren totalmente el edificio miro de soslayo por última vez el lugar en donde inocentemente se le fue arrebatada la vida a Alexander Patterson. O mejor dicho; en donde mi padre murió por culpa de su nefasto error.
El camino automovilístico hacia la estación de policía transita taciturno y, al entrar— como ya lo tenía previsto—sigo a los oficiales que aclaman mi presencia. Reconozco las instalaciones al instante de revisarla con una breve mirada en dirección a la sala de interrogaciones, en donde el mismo oficial mayor me espera con una mirada rígida que solo transmite dureza por los años que ha vivido rodeado de crímenes por resolver. Por ello sin mucho miramiento decido sentarme en silencio en el lugar impuesto para mí en aquella habitación fría en la que me encuentro rodeada de vigilancia oculta. Que ha decir verdad ya es más que obvia.
—Señorita Rose Patterson— me llama el hombre frente a mi mientras se sienta en la silla metálica al otro lado— ambos sabemos que esto no es nuevo para usted— frunzo el ceño viendo sus manos entrelazadas encima de la mesa mientras el no aparta sus rasgados ojos de mi rostro— lo que hace aún más extrañas las cosas ¿no lo cree? — niego bajando de nuevo mi cabeza sin inmutar palabra para no acaparar más dudas ante él. Mi desconfianza crece y no quiero salir perjudicada por la culpa inútil de la ley de los hombres— Ahora dígame él porque estaba usted en ese lugar— se levanta de su asiento colocándose a mi espaldas— misto sitio en el que tres personas perdieron la vida y solo usted se encontraba con vida cuando llegamos— siento sus pasos tras de mi cuerpo mientras yo aún me mantengo en silencio sin demostrar miedos, por lo contrario, le concedo el poder al líquido salado bajar por mis mejillas. Y unos pocos minutos bastaron para poder escuchar su suspiro frustrado y su expresión neutral exponerse de nuevo frente a mí— diga quién es el asesino. ¿Quién mató a su padre? — vuelve a cuestionar con severidad
ESTÁS LEYENDO
Sonrisa Fingida |TERMINADA|
Mistero / ThrillerHistoria Original, Prohibida su Copia O Adaptación. La vida de Rose Patterson está llena de misterios, secretos, desgracias y mentiras detonantes de agonía. Ella tratará de controlar sus impulsos psicópatas a lo largo de sus días lo cual es lo úni...