Capítulo 23: Rastreo

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Luego de haber releído el mensaje en mi teléfono no he podido dejar de meditar en las palabras en él. Nuevas incógnitas turbulentas se agrupan en mi mente porque en esta nota pude ver más que una habitual amenaza. Pude percibir planes cercanos y note su cercanía en mí ya que conoce mis pasos, y eso me deja abrumada. No sé lo que está tramando, pero sí sé que nuevamente ha logrado su objetivo de confundirme y enojarme como tanto sé que le gusta a ese imbécil. Me frustra el saber todo eso porque no puedo dejar que él tome más ventajas y mucho menos acertar erradamente. Quizás el tiempo si se haya vendido con él y a mí simplemente me engaña, y ahora tendré que ajustar mis esquemas nuevamente porque nunca cederé en la batalla contra su persona retorcida y engañosa.
Echo un vistazo de reojo al chico a mi lado observando el costado derecho de su cuello en donde vislumbro una marca de color negro en forma de cadena impregnada a su piel. El incompetente duerme desde antes de iniciar la clase y el estúpido del profesor prefiere ignorar y consentir su sueño pacifico lo cual me frustra sin dudar. Por eso decido arruinar aquello cerrando el libro a su lado con más fuerza de la necesaria haciendo así que el ruido lo despierte sobresaltado.

—No vuelvas a hacer eso— señala entre dientes incorporándose en su lugar claramente enojado mientras acomoda su cazadora oscura
— ¿Sabes rastrear un numero por mensaje de texto? —menciono observando su acción de apoyar  su cráneo en la palma izquierda de su mano sin dejar de verme somnoliento.

—Extraña manera de despertarme y llamar mi atención— se despereza con un bostezo— Pero  conozco a alguien. ¿Por qué? —Inquiere brevemente atolondrado

—Porque ya es hora de iniciar el plan—sonrío ante su confusión

— ¿Okey?—frunce el ceño pensativo pero luego de sacar su móvil se levanta de su asiento a mi lado. Yo de reojo veo como los demás también lo hacen saliendo del salón en silencio. — ¿No piensas salir? —pregunta colocando su mochila en su hombro.

—No, hoy el día esta caluroso así que prefiero esperar en la comodidad de una habitación fría y sola como esta—sonrío de lado ante su encogimiento de hombros.

—Como prefieras chica rara—sonríe— por cierto, hoy mismo le complaceré en deseos a tu querida amiga—frunzo el ceño ante sus palabras reanimadas y satíricas.

—Creí que te tomarías más días en hacer pero okey

—Es que hay que aprovechar el tiempo para divertirse algunas veces porque en ocasiones esperar resulta aburrido. —Me guiña un ojo—soy una persona productiva— es lo último que me dice antes de salir del lugar dejándome ahora si con la única compañía de mis pensamientos desordenados.

Saco el móvil de mi bolsillo enviándole un mensaje a mi padre la hora de mi salida hasta muy tarde para luego abrir el navegador y adquirir información actual que me sirva para después.; tecnología, lugares y hasta uno que otro medicamento o químicos de gran interés para mí. Pero al notar que mi par de horas de investigación ha finalizado decido recoger todas mis pertenencias de la mesa y pararme de mi asiento para después salir de aquel espacio cerrado y adentrarme a los pasillos algo desolados del edificio de mi facultad. Sin embargo me detengo en seco al ver a varios metros de distancia al par de individuos que llamo mis amigos platicar sosegadamente a un lado de los salones de practica que están bajo las escaleras. Y sonrió internamente al ver la notable timidez de la chica y el fácil desenvolvimiento corporal del sujeto rebelde, pero alzo una ceja agraciada al ver como él se le acerca luego de un corto tiempo hasta su rostro dejando un efímero beso en los labios de ella para luego irse dejando así a la chica más que aturdida y pasmada en su sitio.
Definitivamente resulto tal como lo imaginaba en mi extraordinaria cabeza, ahora es solo cuestión de pocos días para que la explosión entre ambos detone afectándola con gravedad. Y eso si será de gran entretenimiento y deleite para mis ojos.
Al no tener más nada que ganar siendo espía entre ambos seres decido salir por la otra entrada del edificio para no toparme con la joven idiota y seguir los pasos del sujeto despreocupado que sale del terreno hasta el estacionamiento de la propiedad.

Sonrisa Fingida |TERMINADA|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora