Sonrisa Fingida |TERMINADA|

Capítulo 25: Charles

En lo que calculo son 20 minutos pasados desde que estoy en mi tranquilo lugar, escucho los toques de la puerta haciendo que sonría por la obviedad de mi madre. Me levanto de mi cama cambiando la expresión de mi rostro y le permito entrar luego de haber acomodado mi entorno. Ella en silencio entra observando mi habitación brevemente para luego fijar sus ojos en mí arrugando su nariz.

—Hay un olor extraño aquí, ¿verdad?—inquiere intrigada haciendo que yo asienta

—Desde que llegue esta así, creo que son los vecinos que están quemando basura a diario o algo por el estilo —me encojo de hombros con desinterés haciendo que ella suelte un suspiro tomando asiento en el colchón.

— Estoy preocupada por ti hija—me mira afligida mientras yo me siento a su lado—sé que ustedes no se llevan bien pero han llegado a un extremo demasiado grande—veo como traga saliva intranquila mientras sus ojos demuestran una grande mortificación lo cual me hace ignorarla y solo centrarme en su rostro lleno de dolor. No me interesa en lo absoluto el cómo este ella y solo percibo como mueve sus labios — ¿estás de acuerdo? — vuelvo a prestar atención a sus palabras y asiento de inmediato haciendo que ella me sonría un poco— gracias por hacer el intento de llevarse mejor. A tu hermano le costó más aceptar pero espero enormemente que las cosas mejoren porque las peleas entre familia no traen nada bueno—toma mis manos con las suyas dándole su atención solamente a ellas lo que hace que mi interés cambie bruscamente haciende sonreír un poco pero demostrando benevolencia.

—Tranquila mamá, acepto mi fallo contra él y por eso pondré de mi parte para no seguir discutiendo. Ambos nos hemos equivocado sin siquiera pensar en las cosas y por eso no medimos las consecuencias de nuestros actos en esto— abro mi mano la cual estaba echa un puño permitiéndole que sus suaves caricias lleguen a mi vendaje. Ella asiente más complacida depositando un corto beso en mi mejilla

—Siempre puedes contar conmigo —me sonríe con cariño haciendo que yo también mantenga la mueca afable en mi rostro— te quiero mucho sin importar lo que pase porque eres mi hija— la observo con interés y asiento manteniéndome callada al tiempo en que ella se levanta y sale de la habitación cerrando la puerta tras de su cuerpo y haciendo que adyacentemente me acueste en mi cama.

El poder que tengo de lidiar con las habladurías de mi madre me sorprende. Engañarla incluso es extremadamente fácil y eso verdaderamente es lo que me causa alegría. Incluso a la tranquilidad la puedo manejar con palabras mientras escatimo en regaños o explicaciones. Mi habilidad convincente es ahora una de mis más apreciadas armas atesoradas en mi sistema. Y ahora si debo eliminar en mi la impulsividad porque pocas veces funciona bien para lo planeado en mi deber.
Debo superar inclusive la perfección que no poseen los mundanos.

La llegada de mi madre no siempre es mala porque ha evitado que cometa un error imperdonable de lo cual me abochorno con solo pensarlo. Y sus palabras me han permitido avanzar en mis proyectos cercanos.

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Reparo por décima quinta vez la hora en mi teléfono comprobando de que al ser las 4 y media de la mañana ya puedo levantarme de mi lecho. El insomnio nuevamente me cautivo hoy haciéndome pensar sin frenos. Dudas martirizadoras me perturbaron en la madrugada porque no deseo que mis ideas en mente se vengan en picada por culpa de E, a él y a nadie puedo permitirle ganar. Las incontables preguntas que aún no tienen respuestas e incluso mis padres han colaborado también a consentir mi desvelo. Sin embargo recaudar datos e idealizar un poco más en mis aspiraciones auxilió mi calma. No puedo desechar la idea de la primordial sospecha de Carlos tras las molestas notas que llegan sin ningún orden en específico. Es el hermano menor de mi padre con aproximadamente 50 años, eso quiere decir que sus años le han dado experiencias y diversos motivos para fastidiarnos. Físicamente posee los ojos característicos de los Patterson e igual que mi padre ambos individuos son de piel lechosa a diferencia de mí. Su mente esta trastornada y de eso no hay dudas porque eso también lo hace diferente, lo note en su sonrisa la última vez que lo vi de frente. Hay temor y secretos entre mis padres los cuales han sabido ocultar muy bien,  hasta la llegada del sujeto claro está. Y por eso necesito saber la verdad tras la historia de mis padres porque únicamente conozco sus países de origen junto a su escaza e insignificante familia. Aunque sea mamá solo tenía una única hermana y eso la descarta de posibles amenazas sanguíneas pero no de amistades. Papa a su diferencia si tiene varios hermanos con los que poco tiene contacto y eso me revela su gran culpa en esta situación. Aquel ser que me engendró es uno de los principales causantes que atrajo a la prole. Y lo más probable es que sea inocente porque rastros de avaricia no logro ver en él, de echo es un ser humano simple muy patético que lo hace bondadoso. Evidentemente eso quiere decir que no soy la única oveja negra de su familia porque quizás tras de Carlos otro pariente lo odie por un desconocido motivo lo cual es lo más probable recolectando los acontecimientos y las escazas pruebas que conservo para ello.