8. Peligro

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Él se veía más cambiado, pero a la vez igual, como más mayor, ya no era un chico, era como si hubieran pasado más años por él. Su rostro se veía cansado y algunos golpes y cortadas con sangre; se había peleado. Miré sus brazos, cubierto de tatuajes que ni podía identificar individualmente. Su cabello creció y parecía algo de bigote en su rostro. El cambio era evidente en los años que habíamos pasado separados. Siento que no estoy frente al Justin que conocí antes, esta persona es diferente.

- Eveleen.

Su voz. Es más pesada y gruesa como la recuerdo. Había estado escuchado su mensaje de voz que me envió después de que me fui, pero dejé de hacerlo tres meses después de que comencé a tener otra relación, así que me había quedado con la voz de un Justin de 18 años.

Quería sonreírle, abrazarlo, poder sentirme segura a su lado de nuevo, pero los recuerdos se hicieron presentes alejando por completo esa posibilidad.

No pensé que iba a sentirme así, había podido "rehabilitarme" cuando no lo veía más, pero ahora que está frente a mí, no sé qué diablos decir o hacer.

- Dios, despertaste por fin - tomó mi mano.

Esa sensación. Tenía años que alguien no me hacía sentir de esa manera. El electroshock pasando por mi cuerpo y llegando a mi corazón, haciéndolo latir con fuerza y haciéndome a mí olvidarme de todo. Absolutamente todo. Hasta de que estaba enojada con él.

- ¿Qué haces aquí? - pregunté alejando mi mano para sentarme.

- No hay tiempo para explicarte, tengo que sacarte de aquí. Ven conmigo.

Justin me tendió la mano, pero yo sólo la miré y después a él. ¿Qué tramaba?

- ¿Por qué? - fruncí el entrecejo. Justin miraba la puerta y asomaba su mirada por la ventana cada cinco segundos. Algo no anda bien.

Ahora recuerdo, el hombre alto, la máscara dorada, su voz, era Justin quien había llegado.

- ¿Cómo supiste que había vuelto?

- Por favor, te explicaré todo en el camino, necesito que te cambies.

- Exijo que me digas ahora.

- No puedo.... Eveleen...

Un sonido que nunca esperaba oír en un hospital se hizo presente. Me sobresalté y tapé mi boca al escuchar disparos y personas gritando.

- Oh mierda – exclamó entre dientes -. Eveleen hazme caso, por favor confía en mí.

Justin me miró con ojos entre desesperado y ansioso. Casi como si quisiera ir al baño de urgencia. Quería seguirlo pensando porque aún no confiaba plenamente en él, pero los gritos de las personas y los disparos me presionaban a la opción más recomendada.

- Confío en ti. No hagas que me arrepienta.

Justin suspiró aliviado y me sacó de la camilla con cuidado. Me quitó la venda por una más delgada y limpia, pero al tocar mi pierna, sentía que se me iba el alma en ese tacto. Yo solo miraba cada acción que hacía sobre mí, sus manos moviéndose ágilmente sobre mis heridas sin lastimarme.

Aunque me costaba admitirlo, había extrañado el contacto de su piel contra la mía.

«Sólo te quitó los vendajes, no es para tanto.»

- Tienes que cambiarte.

Enrojecí, pero Justin no se veía nada pervertido ni juguetón, al contrario, estaba serio.

- Te traje ropa – de una mochila sacó ropa mía, ropa que no había visto en años.

Era la ropa que empaqué cuando nos íbamos a ir. El corazón se me partió cuando vi mi ropa y la tomé en mis manos. Era una sudadera negra de cierre y unos pantalones.

2. All That Matters [Segunda Temporada. Part. 1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora