29. Espada y la pared

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Bien, seré honesta. Lo amo, lo amo mucho y duele.

Amo como me desafía, amo como me hace enojar, amo como rompe las reglas para tocarme, amo como sus ojos mieles se fijan en mi tan seductor, amo sus manos tibias, amo su voz gruesa que hace que mi corazón comience a acelerarse. Amo a Justin y no lo puedo negar, mierda.

Cuando besaba a Jack, siempre veía la cara de Justin. Jack es guapo con ojos verdes, lindo, tierno, dulce y atento. Pero Justin es bellísimo con sus ojos mieles, es atrevido, arriesgado, protector, gracioso y lo que más me trae loca, es que nunca se da por vencido.

-Tienes que irte a Londres.- solté.

Lo que había sido una escena para mayores de dieciocho años desapareció cuando pronuncié tales palabras. La cara de Jack era como si le hubiera hablado en un idioma que él no conocía, pero ambos lo hablamos, lo entendemos y sabemos qué significa.

-¿Qué?

Tragué saliva.

-No puedes quedarte en Los Ángeles, ni siquiera en Estados Unidos.

-No comprendo. ¿Te quieres deshacer de mí?- tembló él.

-En parte sí... Pero no es lo que piensas Jack, lo prometo.- tomé sus manos.- Quiero que te vayas, pero para protegerte...

-¡No _________!- gritó.- No voy a huir y dejarte como un cobarde. No lo haré.

-Comprende que no es por mí, es por ti. Si algo te pasara por mi culpa jamás me lo perdonaría.

Jack no lo entiende. No sabe que cosas malas pasarán si se queda. No sabe lo que esta gente es capaz de hacer.

Ni yo, pero lo imagino. He visto muchas películas.

-Por favor, tienes que hacerme caso.- lo abracé.- Entiende que no puedo tenerte aquí sabiendo que corres peligro.

-Y tú debes entender que no me iré, al menos no sin ti.- quitó mis brazos de su cuerpo y me alejó. Creí que iba a irse porque me dio la espalda.

-Es muy peligroso Jack. Piensa en mí, no podré soportarlo.

-¿Y crees que yo sí?- se dio la vuelta y me miró.- _____, lo siento, pero tus problemas también son míos. Y si algo te pasara y yo no estoy contigo, ¿Qué clase de novio soy?

« ¡Uno bien chido pero lárgate a Londres!»

-Es que no lo entiendes.- me tapé la cara con mis manos. Se me salieron las lágrimas.

-No, tienes razón, no lo entiendo.

Bajé un poco mis manos de manera que sólo se viera uno de mis ojos.

-No lo voy a entender. Y es por eso que doy como terminada esta discusión.- se dio la vuelta y abrió la puerta.

-¿A dónde vas?

-Con el señor DiFranco.- salió del cuarto y cerró la puerta.

Quise impedirlo, jalarlo dentro del cuarto otra vez y decirle... no, gritarle que esta discusión no ha terminado. Que debe entender que no puede quedarse, no debe de quedarse. Me han dejado claro que una vez dentro no hay marcha atrás, pero Jack había desaparecido de mi vista.

Me quité mi ropa y me metí en las sábanas para llorar. Me sentía mierda, estaba engañando a Justin por una tontería, no iba muy bien, siento que sólo estoy jugando con Jack y cuando descubra que no lo amo, quedará devastado. Y no quiero eso. No quiero que más gente sufra, tengo suficiente con la "guerra" que Preston quiere hacer con los Goldied.

2. All That Matters [Segunda Temporada. Part. 1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora