2. All That Matters [Segunda Temporada. Part. 1]

35. Brasil

En algún lugar sobre México, lamentaba lo que era el amor y lo horrible que era afrontarlo. Mentir iba bien para mantenerlo alejado de mí y que no siguiera ilusionándose con recuperar lo que alguna vez fuimos.

-Hola, oye, está bien-. Jaxon llegó encorvado y con dificultad se sentó a mi lado.

Inventé la excusa de que quería pensar lo que le diría a mi madre cuando la encontrara pero la verdad era que estaba llorando por lo que pasó.

-Jaxon.- limpié mis lágrimas y sonreí.- Odio que me veas así, sólo quise desahogarme un rato.

Pero me miró con advertencia.

-Tú me prometiste que ibas a hablar con Justin y aclararías las cosas con él.- recordó.

Apreté los labios y lentamente levanté mi mano izquierda con la palma frente a mí. Jaxon vio la espalda de mi mano y abrió la boca.

-Oh oh.

-Sí, oh oh.- imité.

-¿Qué dijiste?- me preguntó.

-Que sí.

-Mentirosa.

-Jaxon.- exclamé.- No es como tú piensas que es. Es bastante complicado, mucho. Se complicaron las cosas cuando se le ocurrió hacer... esto.- señalé el maldito anillo.- Entiende que las cosas no salen como yo quisiera que salieran.

-Sólo pasa si luchas por ello.- puso su mano en mi rodilla.- _____, Justin te adora, tú también. ¡Ya está! Pero es tu miedo el que te bloquea.

-¿Miedo?

-Sí, tu maldito miedo de lastimar los sentimientos de alguien a quien realmente no amas.

-Jaxon, yo lo amo más que a nadie en el mundo.- dije con lágrimas en los ojos.

-¿Estás hablando de Jack?

Negué.

-Entonces, ¿Por qué estás con Jack?

-Porque no puedo romperle el corazón.

-¿Pero a mi hermano sí?- respondió.

Una turbulencia me hizo estremecerme y tomar la mano de Jaxon.

-Es tu decisión _____.- me dijo antes de salir de mi suite.

***

Fue un vuelo muy largo, uno de los más largos que he hecho pero gracias al avión de Preston que recorre en la mitad del tiempo real de Los Ángeles a Brasil, llegamos a Río de Janeiro. Con un calor espantoso pero llegamos.

En el aeropuerto fue una locura con tanto portugués que no entendía nada ni a dónde llegaríamos pero resultaba que Preston tenía contactos en todos los lugares y países donde iríamos a buscar a Roman y tenían casas en esos lugares.

Las camionetas que nos esperaban, nos llevaron a la supuesta casa donde estaríamos unos días, tiempo suficiente para encontrar el lugar donde se esconde Roman o sus ayudantes.

-Está bien, las chicas estarán en un cuarto, Jaxon Derek y Justin en el del fondo, Jack y _____ en el otro y yo me quedaré en el sofá.- anunció Preston.

-Señor DiFranco, no es necesario que se quede en el sillón. Las chicas podemos quedarnos en un cuarto, los chicos en una y usted en la otra.- me inquieté. Si Jack y yo nos quedamos solos en un cuarto, pueden pasar muchas cosas que impliquen hacer bebés.

Justin me volteó a ver con el ceño fruncido. Sí, creo que tampoco está padre la idea de que él comparta un cuarto con Jack, pero prefiero eso.