2. All That Matters [Segunda Temporada. Part. 1]

18. Desaparecida

-Espera... Ya... no puedo más.

Estoy más que cansada de tener a Jaxon en hombros, habíamos caminado media hora y estaba helado el viento.

Tengo veinticuatro horas desde que estoy al borde del peligro, no muy lejos de la cercana navidad, quería pasarla junto a Jack en Londres como los últimos años. Éramos Jack, Finn, su novia Abbigail y yo. Ella era la única compañía femenina que tenía y ahora que me fui tan repentinamente, siento que extraño su presencia.

-Descansemos un momento.- dijo Vanessa.

Paramos en un buen lugar para dejar a Jaxon, una monta de hojas con un poco de nieve. ¿Nieve? ¡Está nevando!

Miré a mis alrededores y sólo es una muy pequeña capa la que cubre las hojas y copa de los árboles. No me había dado tiempo ver bien por dónde íbamos, sólo buscaba el camino a la carretera para poder buscar ayuda para Jaxon.

Saqué a Jaxon de mis hombros y después Vanessa. Él se veía bastante mal, miré su herida una vez más y no veía mejora alguna. El sangrado no se detenía y Jaxon estaba perdiendo fuerzas cada vez más.

-Resiste un poco más Jaxon.- le pedí tomando su rostro en mis manos, cerraba sus ojos cada vez más.- ¿Jaxon?

-Estoy... bien.- jadeó. Le costaba respirar.

-Lo vas a estar, sólo aguanta un poco más.- Vanessa tomó su mano y yo miré el panorama. No veo señales de civilización, y la verdad no sé si las haya.

-Es medio día. Creo que si seguimos caminando, encontraremos gente a un par de kilómetros.

-¡¿Un par de kilómetros?! Jaxon no tiene un par de kilómetros, se está desangrando.- exclamó Vanessa.

-Y seguirá desangrándose si nos quedamos aquí. Vamos.

Tome a Jaxon de nuevo en uno de mis hombros y Vanessa en uno, Jaxon gimió de dolor al tener que levantarlo, le costaba caminar y a tropezones, llegamos aquí. Sus pies tropezaban torpemente obligándonos a casi caernos con él. Pero no podemos ser débiles ahora, Jaxon nos necesita para seguir viviendo. No pienso dejarlo morir.

-Vamos niño, por favor, pon de tu parte.- comentó Vanessa queriendo que Jaxon haga esfuerzo.

-No puede hacer esfuerzo Vanessa, tenemos que hacerlo solas.- decidí queriendo que ella pusiera esfuerzo en esto, ya era hora de que alguien le dijera que no se le va a caer un brazo por ayudar.

***

Caminamos por unos quince minutos más, fue el esfuerzo más grande que he hecho en mi vida. Jaxon es un chico de diecisiete años, pesaba unos setenta kilogramos y lo más pesado que he cargado han sido dos niños de siete años en mi espalda. Mis primos Annette y Carson son los causantes de mi dolor de espalda cuando tenía catorce años. Pillos.

-¡Mira! ¡Te lo dije!- exclamé cuando llegamos a un pequeño pueblo, era como puestos de una ciudad de paso por la carretera, no sé cómo explicarlo.

Me sentí totalmente aliviada de saber que Jaxon se salvaría y no moriría en mis brazos. He visto morir a personas frente a mí y no es nada lindo.

«Gracias Justin.»

Pero cuando bajamos al lugar, la gente sólo nos miraba y entraba a sus locales asustados. Como si nosotras hubiéramos sido las responsables de lo que le había pasado a Jaxon.

Sólo una mujer se acercó a nosotros a concedirnos ayuda. Llamó a sus hijos y nos ayudaron a quitaron a Jaxon de encima. La mujer dijo que el hospital más cercano quedaba a treinta kilómetros de donde estábamos. Casi me daba el infarto cuando me dijeron eso. Jaxon no puede esperar tanto, incluso si fuera a quince minutos, él ya esperó demasiado. Pero gracias al cielo, la mujer tenía conocimientos médicos y dijo que podía hacerlo aunque su casa era de recursos limitados. Temía que cuando volviesen los chicos, Jaxon se haya ido de este mundo. No podía pensar eso.