Pestañeo un par de veces intentando no quedar dormida y vencida por el cansancio. Tengo que terminar estos reportes para poder enviarlos a Rusia. Muerdo el borrador del lápiz mientras leo el mismo. Ha quedado al fin como lo he querido. Estos meses he conseguido paz estando alejada de todo y de todos. El único que me visita de vez en cuando es Ian y el es un amor cada vez que viene. Toca la puerta y entra con una charola con frutas frescas sonriente. Dejo los papeles a un lado y digo.
— No tienes que molestarte haciendo eso
— Sabes que para mí no es una molestia
— Haces todo por verme aunque sea esbozar una sonrisa por más difícil que sea
— Lo seguiré haciendo porque una sonrisa tuya me basta para todo el día.
Intento levantarme de la cama y rápidamente me lo impide. Desde que salí del hospital me tiene prácticamente inútil en la cama. El intento de suicidio debilitó más mi corazón restándole un diez por ciento más de funcionamiento y pues, ahora soy más infartada que hace unos meses. He logrado despejar un poco la mente.
— Sabes que estaré a tú lado siempre que lo necesites Lara
— Lo sé y eso me preocupa, sé que sientes por mí y…
— Y no tienes que preocuparte por eso. Es mi problema, no tienes porqué sentirte incómoda.
Incomoda me siento al saber que tengo que regresar porque la empresa así lo amerita. El miedo de regresar a Rusia y que todo el dolor vuelva a aparecer. Me levanto de la cama aún Ian impidiendo. Busco en el el buró las píldoras del corazón y tomando unas cuantas digo
— Tengo que volver a Rusia, por desgracia.
— En algún momento tenías que hacerlo
Asiento con la cabeza
— Él…, ¿no sabes si aún está en San Petersburgo?
Algo mosqueado resopla
— Lara, ese hombre siguió su vida y tú debes hacer lo mismo. La vida sigue y hay personas que están dispuestas a dedicar su vida a ti. —Me giro encarandolo. Sus ojos no dejan de brillar así como siempre lo hace. Se acerca a mi y trata de agarrar una de mis manos pero lo evito rápidamente. — No te lastimaria, lo sabes
— Lo mismo dijo él, lo mismo dijo y mató toda posibilidad de creer nuevamente en un hombre. Lo siento Ian pero conmigo pierdes el tiempo.
— No me cansaré, tomara el tiempo que sea necesario pero se que lograste conseguir tu corazón.
No puedo más que quedarme callada. Sale de la habitación para atender una llamada y junto con mi móvil salgo al balcón. El viento acaricia mi rostro y cerrando los ojos suspiro tragando saliva con un nudo en la garganta. No dejo de pensar en el, no dejo de preguntarme porque habiendo tantas quiso burlarse de mí. Miro el móvil y hay cientos de mensajes de Aarón de hace meses. Los borro todos y derramo una lágrima la cual seco rápidamente. Busco a Ian en la sala de estar y lo veo algo pensativo sentado en la sala de estar. Sé que sufre por mi en silencio, como desearía ser lo suficientemente fuerte como para intentarlo nuevamente pero no lo soy, no puedo. Me acerco algo tímida y sentándome a su lado pregunto
— ¿Estas bien?
— ¿Quieres ir al cine?
Logra sorprenderme y sacarme una sonrisa.
— He preguntado si estás bien
Niega con la cabeza
— ¿Quieres una verdad o una mentira?
ESTÁS LEYENDO
Me Robaste el Corazón
ChickLitPor cosas del destino, Mabelle regresa a la vida de Aarón poniendolo en una fuerte encrucijada obligándolo a elegir entre el amor de padre y el amor que siente por Lara. Resignada a una vida sin amor y llena de miedos, Lara se refugia en el trabajo...