Escucho la ducha de la habitación junto a la biblioteca y todo se me dispara en el interior. No comprendo lo que me pasa, ¿Desde cuando soy yo la que piensa en esas cosas? El corazón se acelera y salgo de la habitación caminando sigilosa hacia la habitación de Aarón. La oscuridad permite que pase desapercibida entre las columnas de la habitación y me escondo tras de ellas intentando mirar hacia el baño. Ha dejado la puerta abierta y el vidrio de la ducha deja ver su cuerpo desnudo jodidamente perfecto. Ver cómo frota la barra de jabón por su cuerpo, toda la imagen me excita y siento pena por ello. Siento la braga humedecerse y sin darme cuenta ya me he acercado un poco más para ver mejor y me quedo idiotizada mirándolo, quiero…, joder lo que quiero me da pena aceptarlo, pero quiero que me toque, quiero que me haga lo que desee. Ya creo que voy enloqueciendo sin darme cuenta. La llave de la ducha se cierra y todo es silencio. Joder, estoy jodida, quien carajo me manda a meterme aquí. Ahora voy a parecer una mirona pervertida. No puedo salir y el en unos minutos saldrá y me verá. Sale del baño solo con una toalla cubriéndolo de cintura hacia abajo y su voz suena poniéndome terriblemente nerviosa
— ¿Te resulta más interesante espiarme a escondidas? — Me que callada en mi escondite y trato de hacer que parezca un loco hablando solo pero vuelve a hablar — Anda, sal te he visto desde que entraste.
Me siento tonta, estúpida, idiota. Solo a mi se me ocurre meterme a su habitación a espiarlo. Salgo de mi escondite toda colorada y tartamuda respondo
— Disculpa, yo solo quería…
— Verme desnudo mientras me duchaba
— No, no y no. Solo quería hablar de… — Se pasea por la habitación buscando algo que ponerse en las maletas y yo no encuentro qué coño inventarme. Deja caer la toalla y si antes estaba tartamuda, ahora me he quedado sin habla.— Mejor me voy
— ¿De qué querías hablar?
Casi corriendo avanzo hacia la puerta y Aarón me detiene impidiéndome salir. Me pone contra la pared y su cuerpo comienza a oprimir el mío y sus ojos a hostigar mis pupilas.
— Si avivaste la colmena, ahora tienes que aguantar que te piquen nena.
Me quedo callada, paralizada e intento no parecer más tonta de lo que ya debo verme. Su olor, su cabello húmedo y su sexo sobre mi endureciendose me descontrola. No deja de mirarme y tentarme con la mirada mientras susurra en mi oído
— Si supieras cuántas veces me he masturbado pensando en ti, no lo creerías.
— Eres un morboso.
— Y tú has entrado a mi habitación buscando sexo, lo siento en tu piel, en esos jadeos, en esa mirada y ese labio que estás mordiendo. Debería dejarte con las ganas, porque me tienes muy enojado pero te voy a levantar el castigo, quiero tocarte, besarte...— Levanta mi vestido y buscando tocar mi vagina añade — Quiero hacerte el amor nena.
No logro controlar mis deseos y busco sus labios desesperada y agarro sus manos colocándolas sobre mis pechos y con una voz llena de lascivia pido
— Hazlo, lo necesito. Por tu culpa estoy toda urgida y pervertida
— Me encantas así — responde llevándome hasta su cama.
Comienzo a odiarme porque parece que la calentura me puede más que la razón. Se frota por todo mi cuerpo y busco que cada roce se intensifique más. Separa mis piernas y aún dejando intacta mi braga, roza su erección contra mi sexo y esa sonrisa pícara y tentadora se dibuja en su rostro
— Sabes, esta noche tengo ganas de hacerte el amor hasta el amanecer. Logras volverme loco
Tomo sus labios y abriendo aún más las piernas deslizo mis manos por su espalda hasta tocar sus nalgas y clavando mis uñas en su carne susurro
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Me Robaste el Corazón
Literatura FemininaPor cosas del destino, Mabelle regresa a la vida de Aarón poniendolo en una fuerte encrucijada obligándolo a elegir entre el amor de padre y el amor que siente por Lara. Resignada a una vida sin amor y llena de miedos, Lara se refugia en el trabajo...