Reviso algunos estados y papeles de la empresa y ver el jodido nombre de Aarón como socio me jode. No ha querido venderme su empresa y menos sus acciones en la mía. Se va arrepentir. Hago los papeles a un lado y resoplo algo cansada. Entre el trabajo y los preparativos para el aniversario, me estoy enloqueciendo. Agarro mi bolso y disponiéndome a salir abro la puerta del despacho y me topo con unos ojos furiosos y llenos de rabia.
— Tú y yo tenemos que hablar
— No tengo nada que hablar con usted, quítese de mi camino y váyase de mi empresa.
Intenta tocarme y evitandolo casi corriendo me acerco al elevador. Avanza tras de mí y entra al ascensor junto a mi. Enojado me arrincona y pregunta furioso
— ¿Que demonios quieres? Ya entendí que me odias, pero ya basta, deja de joderme la vida. Ahora te dedicas a invertir dinero para desprestigiar mi empresa. Qué bajo has caído
— Vete al diablo
— Ya me cansé de este jueguito estúpido. Si quieres odiarme bien, hazlo pero no te metas con mi empresa solo por joder. Si quieres algo, si tienes algo que decirme, actúa con madurez y dilo de frente en vez de estar llamando la atención tirando abajo mi empresa.
El elevador se detiene y para mí jodida mala suerte nos hemos quedado atascados en el mismo. Trago saliva y entrando en nerviosismo le respondo
— Vas a lamentar haber jugado conmigo
— ¿Lamentar? ¿Jugar contigo? Nunca lo he hecho, vivo un infierno desde que tuve que dejarte. Si tan solo me escucharas yo…
— No voy a escuchar nada. Hazte la idea de que en mi tienes una enemiga. Nada más
Sus ojos se ciernen en los míos y esa mirada me debilita la razón. Intento ocultar mi vulnerabilidad y la frialdad se apodera de mi rostro
— Bien, no me escuches pero no me hasties la vida. Bastante tengo ya.
— Pues tendrás aún más
— Eres una amargada, no tienes nada más en la cabeza que odio y venganza. Ni siquiera tienes un porqué para vengarte
— ¿Eso crees imbécil? ¿Seguro que no tengo ningún motivo? Mira cállate porque lograrás que te odie aún más.
Sus brazos abrazan mi cintura y oprimiendome contra su cuerpo acerca su rostro al mío y susurra con enojo y algo de deseo
— ¿Sabes cuál es tu problema? Al parecer tu noviecito no te atiende como se debe. Porque actúas como una amargada falta de sexo. Todo te está mal, todo te molesta.
Maldito, ¡es un maldito infeliz y se lo va a llevar el demonio! Intento soltarme de su agarre pero solo consigo tenerlo más cerca
— Suéltame o te voy a dar un golpe que te vas a enterar. Eres un idiota
Sonríe y acaricia mi espalda hasta detener sus manos en el cierre de mi vestido.
— ¿Cómo es que puedes hacerme enojar y excitarme al mismo tiempo?
— ¡Basta! Tengo novio, ¿que acaso tan ordinario y falto de respeto eres que no te importa?
Se sonríe con burla y sin previo aviso besa mi labio inferior poniendo mi interior en una guerra sin cuartel. La razón se apaga, no logra enfrentarse al deseo escondido que siente mi piel, mi cuerpo.
— Ese noviecito tuyo es una mentira. Si querías hacerme arder de celos lo has conseguido.
— Eres un cínico, eres un imbécil, eres lo peor que he conocido. No te basta con haberme destruido hace meses y aun tienes el descaro de seguir buscandome.
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Me Robaste el Corazón
Literatura FemininaPor cosas del destino, Mabelle regresa a la vida de Aarón poniendolo en una fuerte encrucijada obligándolo a elegir entre el amor de padre y el amor que siente por Lara. Resignada a una vida sin amor y llena de miedos, Lara se refugia en el trabajo...