Aaron Evans
Meses después
Hemos reunido a toda la familia en la casa. Un sábado familiar y espero que sea lo más ameno posible. Morgan ha aceptado venir y acompañada del papá de su bebé. Aún no sé cómo vaya a reaccionar Lara y en parte toda esta reunión es para que todos se enteren de la decisión que ha tomado Morgan respecto a su bebé y su futuro. Camino a la cocina y veo a Lara haciendo unos postres, apenas puede moverse. Tiene el vientre muy avanzado y decirle que se esté quieta en un sitio es perder el tiempo. Me acerco a ella y besando sus labios susurro
— Deja eso, tienes que estar en reposo
— No, tengo que tener todo listo para los invitados, estoy bien de verdad. Te confieso que estoy algo nerviosa por saber quien es el padre del bebé de Morgan.
— Puede darnos muchas sorpresas tu hermana.
Sonríe terminando de hacer el postre
— Después de que ella sea feliz, lo demás no importa. Mira — Me enseña una fotografía muy mona de Mikhail con una niña que al parecer es Lara de pequeña— Es una fotografia que tengo desde hace mucho tiempo, hoy papá cumple años y quiero que la conserve.
— Es hermosa
Lara agarra un tarro de aceitunas, otra vez con el antojo de aceitunas. Se sienta en el taburete y comienza a mojarlas con miel. No, es que no comprendo la asquerosidad que está comiendo. Ella las come feliz y yo estoy a punto de vomitar.
— ¿Que me ves?
— La cosa esa que estas comiendo
— Sabe rico
— No te gustan las aceitunas
Encoge los hombros
— Ahora me encantan — Comiendo otra añade— Ya tengo el nombre para nuestra bebé
— ¿Cual?
— ¿Te gusta Victoria?
Camino hacia ella y poniéndome de cuclillas, beso su vientre y luego sus labios. Sus ojos brillan, su rostro está radiante, feliz como nunca antes la había visto. El tierno beso que pretendia darle, se convierte en uno fogoso y lleno de chispas. Sus manos comienzan a rebuscar lugares nobles y sensibles y deteniendola sonrió.
— Me encanta Victoria
— Tocame, ya me calentaste
— ¿Que?
Mordiendo mi labio inferior insiste
— Sera rapido, porfis.
Quiero negarme, pero deseo complacerla, esa mirada morbosa que pone me enciende, sabe como convencerme y logra salirse con la suya.
— Entra en la despensa
Sin chistar, hace lo que le digo y entrando junto con ella cierro la puerta. Estamos locos, toda la familia está allá fuera y nosotros en la despensa todos urgidos. Levanto su vestido y su braga está húmeda. La rompo de un tirón su encaje y esa sonrisa perversa que se trae me domina totalmente.
— ¿Sabes que me traes loco?
— ¿Si? ¿Mucho?
Muerdo sus labios y ya deseo hundirme en ella, beberme sus gemidos mientras ella me mira con goce, con deseo. Se recuesta en el suelo de la despensa, atrevida y deseosa abre sus piernas pidiendo con la mirada cosas placenteramente morbosas.
— Muero por chuparte y besar unos labios que — Beso su labio inferior — Que no son precisamente estos. Pero nos deben estar extrañando en el salón.
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Me Robaste el Corazón
Literatura FemininaPor cosas del destino, Mabelle regresa a la vida de Aarón poniendolo en una fuerte encrucijada obligándolo a elegir entre el amor de padre y el amor que siente por Lara. Resignada a una vida sin amor y llena de miedos, Lara se refugia en el trabajo...