Capitulo 30: Un corazon herido

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Semanas después

Morgan ha sido dada de alta y no ha dicho una sola palabra desde que se enteró de que Ivannah murió. Le he pedido a Mamá instalarla en mi casa para poder estar cerca de ella y hacerle compañía pero parece otra, ni siquiera come. Si no fuera por las intravenosas habría muerto de hambre y deshidratación. Entro a la habitación con una charola con la esperanza de que esta vez quiera probar algo y regalándole una sonrisa me siento a su lado

— Hola — Se queda callada con la mirada perdida y el semblante sombrío —Mira, te traje frutas frescas como te gustan. — No me responde y es como si hablara con el aire. Dejo la charola a un lado y frustrada añado — Morgan se que es difícil pero se que Ivannah no le gustaría verte así. — Me mira y a gritos responde con ira y odio

— ¡No la menciones! Por tu culpa ha pasado todo esto. Por tu maldita guerra con la esposa de Aarón. Por tu jodida culpa me he quedado sola, ha muerto Ivannah en una guerra que no era suya. No quiero verte, ¡lárgate!

— Morgan, por favor yo…

Avienta la charola al suelo y a gritos pide que salga de la habitación y partida en dos, hago lo que me pide. Camino por el corredor entre lágrimas y no comprendo porque no puedo tener un solo minuto de tranquilidad.

— Nena, ¿Que tienes? — Pregunta Aarón saliendo de nuestra habitación

— Es Morgan, me odia y me culpa por la muerte de Ivannah. Me siento terrible

— Es normal que esté así, démosle tiempo. Ella estará bien.—Besa mis labios y secando mis lágrimas sonríe — Tienes que distraerte, vayamos a cenar en la tarde. Si quieres llevamos a Noah y a Camila para que te sientas más segura.

Asiento con la cabeza, realmente necesito un respiro o voy a terminar enloqueciendo. Bajo la mirada y tragando saliva digo

— Antes, tengo que hacer unas diligencias. Prometo llegar para la cena

— Te acompaño

— No, no quiero hacerlo sola

Aarón me mira como si supiera a qué voy pero se lo reserva y acariciando mis mejillas besa mi frente diciendo algo que me confunde el pensar

— Cariño, sé que has pasado por cosas terribles. Tan terribles que sientes que debes ver tu dolor en alguien más, pero créeme que eso no hará que te sientas mejor. Solo lograra que te conviertas en eso que ahora desprecias.

— ¿Porque me dices eso?

Encoge los hombros

— Solo llévalo presente en todo momento. Hay personas que te amamos y necesitamos.

— Vale, lo tendré en cuenta. Nos vemos más tarde

Agarro mi abrigo y tratando de no escuchar la conciencia y las palabras de Aarón rondando mi cabeza, salgo de la casa con un sabor amargo en mi boca. Regreso al bodega donde lo único que ahora se escuchan son ruegos y gemidos llenos de dolor. El investigador se acerca a mi y con el rostro lleno de preocupación dice

— Ya no creo que pueda seguir ayudándola en esto. Se que lo que hizo el hombre no tiene perdón pero torturarlo de esa manera es inhumano. Está muy mal herido, creo que debería dejar las cosas hasta aquí o terminará en la cárcel.

— ¿Y quién le dijo a usted que quiero algo humano para él? Se va a morir aquí y eso nadie lo va a cambiar. ¿Qué han hecho desde la última vez que vine?

Con pesar responde

— Han hecho lo que ha ordenado. Durante una semana ha sido abusado de formas terribles. Creo que ese es suficiente castigo.

Me Robaste el Corazón Donde viven las historias. Descúbrelo ahora