Capitulo 19: El cinismo tiene sus encantos

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Aarón Evans

Lara ha insistido en que vayamos a una dirección residencial y asegura que al llegar allí todo se va a normalizar. Yo lo único que sé es que necesito a mi niña conmigo. Lara está callada, ida, está extraña y apenas habla. Manejo hasta la dirección que me ha dado y antes de que pueda aparcar bien el coche se baja del mismo y camina hasta la casa de la dirección. Bajo tras de ella e intento detenerla por la muñeca y rápidamente me evade

— No me toques por favor 

— ¿Que tienes?

— No tengo nada, solo no me toques.

Se acerca a la puerta de la casa y toca un par de veces. Se escucha la voz de una niña sonar y seguido la de una señora.  Abren la puerta y una señora de unos sesenta años abre la puerta y al vernos algo nerviosa pregunta

— ¿Que quieren? ¿Quienes son ustedes?

— Soy Larabelle Ivanova y el es Aarón Evans, el padre de la niña que usted tiene allá dentro. Le sugiero que tenga la amabilidad de entregarnos a la niña y no haremos ninguna denuncia en su contra. Si no lo sabe, la niña ha sido reportada a las autoridades como robada y no creo que usted a su edad quiera estar en una celda.

Aarón me mira desconcertado y pregunta

— ¿Que está ocurriendo? ¿Lara que hacemos aquí? 

— Señora no me haga perder la paciencia.

No entiendo nada, no comprendo que hacemos en esta casa y mucho menos entiendo la actitud de Lara.

— La señora Mabelle es la madre de la niña y me ha encargado cuidar la niña aquí y no les voy a dar a Camila porque no sé quién demonios son ustedes.

Lara se cruza de brazos y seria replica

— Señora, o nos da la niña o le llamo la policía ahora mismo.

Camila se acerca y al verme corre hacia mí feliz y abrazando mis piernas exclama

— ¡Papito! ¡Papi! Te extraño mucho, ¿Nos vamos?

Me quedo perplejo. Mi hija, mi niña después de tanto tiempo la he vuelto a ver. La cargo en mis brazos y llenándola de besos pregunto con angustia

— ¿Estas bien? Nena, ¿no te han hecho nada?

— No papi, he hecho muchos dibujos y la nana María me ha cuidado y ha hecho galletas y muchas cosas. 

— Vale, nos vamos a la casa ahora nena.

— no, usted no se puede llevar a la niña. La señora Mabelle me mata

Lara la mira enojada y con un tono irritante que no logro comprender replica

— Yo usted no sigo hartandome la paciencia.

Camila mira a la señora y con los ojitos llorosos le dice tirando de su vestido para llamar su atención.

— Me quiero ir con mi papi. Mami es la bruja mala, ella no me quiere y se la va a comer un dragon. Mi Mami postiza si me quiere.

La señora accede a que nos llevemos a Camila y siento que el alma me regresa al cuerpo. Lara se adelanta y camina hasta el coche subiéndose sin decir nada. No dejo de abrazar a Camila y llenarla de mimos, sentí que una parte de mi estaba incompleta sin ella. Avanzo hasta el coche y subo al piloto y Lara mira hacia afuera sin mostrar gesto alguno.

— Tenemos que hablar

— ¿De que?

— Sobre todo esto pero será cuando la niña no esté presente. Vamos para la casa

Me Robaste el Corazón Donde viven las historias. Descúbrelo ahora