Capitulo 41: Una estocada

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Aarón Evans

De camino a la recepción, no dejo de desear cada centímetro de piel de mi ahora esposa. Cierro la ventanilla de la limusina y Lara me mira toda desconcertada. De solo saber que ahora lleva mi apellido, me calienta, me eleva.

—Sabes que deseo hacerte una infinidad de cosas…

Sonríe curiosa

— ¿Qué cosas?

— Quiero empezar aquí, ahora

— ¿Que cosa? Estamos por llegar a la recepción

Niego con la cabeza buscando levantar su vestido y aunque es algo difícil y bastante pesado, logro encontrar su vagina cubierta por un fino encaje que pienso romper en la noche

— Faltan quince minutos para llegar. En quince minutos puedo hacer que vueles a las estrellas y regreses

— Estás loco, ¡no!

Antes de que pueda seguir negándose, uno de mis dedos ya comienza a jugar dentro de ella y poco a poco se humedece. Me mira con susto y jadeante susurra

— Ya…, el chófer nos puede oír

— Está vez, no gimas

— Me pides imposibles, si sigues tocandome así, no solo querré que me masturbes, querré que me cojas y terminaremos en una delegación por exhibicionistas.

— Sabes que hoy en la noche, te haré el amor hasta que te duela  —Saco los dedos de su interior y besando su labio inferior añado — Es toda mía, señora Evans.

Al llegar a la recepción, la primera en esperarnos fuera de la limusina es Camila dando brinquitos. Agarra el vestido de novia de Lara y tirando de el para llamar su atención exclama

— ¡Ahora si eres mi mami!

— Si cariño, soy tu mami

Abraza las piernas de Lara con la emoción que nunca ha abrazado a Mabelle. Ver el cariño que siente mi pequeña por Lara me hace aún más feliz. Agarro a mí ahora esposa por su cintura sin poder contenerme por besar esos labios carnosos y llenos de tentación.

— Hoy baila, sí o sí señora Evans

— Te tengo una sorpresa que se que te va a encantar — Responde sonriente

— ¿Me vas a dejar cogerte por todos lados de todas formas? 

— ¿Solo piensas en sexo?

— Me provocas, toda tú me provoca.

Reposando sus brazos sobre mis hombros besa la comisura de mis labios

— Haré lo que quieras. Estoy tan feliz, que no puedo explicarlo, te amo con mi vida.

— No creo que me ames más que yo te amo a ti. Vamos a entrar a nuestra fiesta 

Cientos de aplausos se escuchan por todos lados. El lugar abarrotado de gente sonriente y música melodiosa. Mientras iniciamos con el primer baile, ella me mira y pregunta sin dejar de mirarme a los ojos

— ¿Por qué no invitaste a ningún familiar?

Su pregunta me pilla por sorpresa. No sé que responder, mucho menos que pensar. He estado acostumbrado a estar solo en la veía desde que mis padres fallecieron. Mis tios, ellos nunca estuvieron pendiente de mí, más bien vivían de mi herencia. Suspiro sin mucho que decir

— Está Camila, es mi único familiar que merece estar aquí. También está Noah, nuestro bebito. No necesito a nadie más.

— Sabes a lo que me refiero pero si no quieres hablar de ello, lo entiendo.

Me Robaste el Corazón Donde viven las historias. Descúbrelo ahora