Me Robaste el Corazón

Capitulo 37: Boda con sorpresa incluida

El corazón está a mil por segundo, me odio por no poder contener el deseo, la jodida calentura. Solo quiero que me coja, que con cada embestida me deje sin aliento. Me toco los senos y arqueando mi espalda me rozo contra su cuerpo pidiendo con la voz acaramelada

— Cógeme

— Nada más que cogerte, besarte, tocarte y sentir tu interior, es lo que deseo pero cuando estés sobria. Sé que estás enojada conmigo y no quiero aprovecharme de tu estado.

Abro más  las piernas y tirando de su corbata, beso sus labios agarrando su erección riendo con picardía insisto

— No me dejes con las ganas, mira que creo que jamás me he sentido tan cachonda como ahora

Me besa la frente y dice que el alcohol es el que está hablando por mi. Reteniendo las ganas se baja del coche y se pasa a la parte delantera. Enciende el motor y dice algo jadeante

— No sabes el esfuerzo que estoy haciendo por no cogerte por todos lados. Ya deja de incitar

Solo me río y deseo que este sobre mí y haga lo que quiera, por mi mente pasan cosas morbosas que en mis cinco sentidos jamás me atrevería a confesar. Aarón maneja y riendo sola comento

— ¿Sabes en que pienso en estos momentos?

— ¿Que cosa?

— Tu lengua en mi vagina, chupándome, lamiéndome mientras la mía está en tu pene y…

— Y basta, tomas dos o tres copitas y te conviertes en toda una cachonda y no sabes ni lo que quieres

— yo sí sé lo que quiero— Sonrío toda tonta — Quiero que me des cariñitos ricos

Luego de guardar silencio se sonríe anonadado respondiendo

— Creo que tendré que emborracharte todos los días si así de caliente te pones cada vez que tomas.

— Anda, ¡di que sí! Ven, ven acá con mami

— Lara tú te has tomado algo más que alcohol

Niego con la cabeza

— Me he tomado como veinte copitas y unos quince traguitos pero chiquititos, pequeñitos, diminutitos— replico riendo a carcajadas — Deja de ser tan soso y ven acá y cógeme o me cojo sola

— ¿Cómo es eso?

— Así como lo oyes, o me coges o me cojo yo misma

— Ya dije, mañana si sigues queriendo lo mismo, con gusto te hago lo que quieras pero hoy en esas condiciones en las que estás no vamos hacer nada.

— Uy ¡es que eres un soso!

Me tumbo en el asiento trasero y comenzó a tarear y a reírme por nada. Jamás me he sentido tan feliz y toda desubicada como ahora. Al llegar a la casa me carga en brazos y me lleva a la habitación. Se recuesta junto a mi y acariciando mi rostro, besa mi frente.

— Te amo nena, Aunque me vuelvas loco con tus celos y tus berrinches, jamas podria dejar de amarte

— Yooo no soy ninguna berrinchudaaa, yo quiero…., shoo quiero cariñitoss

— Prometo que te daré todo lo que quieras, pero ahora vas a dormir.

Abrazo su pecho y cerrando los ojos sonrio y me quedo dormida feliz y con las ganas acumuladas entre mis piernas.

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Días después

Hoy se casa mi hermanito y aun no se como esto esta pasando. Nunca imaginé que Vladimir fuera el primero en querer casarse. Desayuno con algo de apuro, en media hora llega el diseñador con mi vestido y estoy toda nerviosa. Soy la madrina de bodas y jamás he sido una