Capitulo 13: Un amor obsesionado

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Aaron Evans

Entro a la habitación de hospital y noto a Lara algo nerviosa a parte de algo demacrada y exhausta. Intenta fingir una sonrisa fuerte y llena de energía pero le es realmente difícil.

— ¿Como te sientes nena?

— No me digas así porque cada vez que lo haces me recuerdas que le soy infiel a Ian hasta con el pensamiento.

Su respuesta me enoja y a la vez me fascina. No deja de pensarme igual que yo la traigo en cada pensamiento. La sola idea de recordar que sigue con esa idea absurda de casarse con Ian me revienta. Me acerco a ella y solo la observo mientras acaricio su cabello. Beso sus labios y susurro

— Si supieras, si tuvieras una mera idea de cuánto te amo no me torturarias cansandote con ese tipo.

— Aarón, ya no hablemos de eso por favor. No quiero pensar en eso, no quiero recordarlo.

Asiento con la cabeza

— Vale, entonces finjamos que todo está bien cuando no lo está. ¿Que tienes? Nadie me ha querido decir porque estás aquí y no me voy a tragar el cuento de qué es el corazón porque aquí hay algo más. 

Encoge los hombros

— Es la verdad. Es el corazón, nada más me pasa.
— ¿Entonces porque estabas sangrando?

— Se me adelantó el periodo

— Lara, ¡no me quieras ver la cara de idiota!

Chista y resoplando dice algo incomoda

— A ver, tú me preguntaste y yo te contesté.

— Vi a Ian en el corredor. ¿Que quería?

— Se te olvida el pequeño detalle de qué es mi prometido. Se preocupó y vino a verme

Hiervo por dentro e intento controlar el enojo me cubro el rostro y chistando pregunto

— ¿Que tengo que hacer para que no te cases con ese lento?

— No le digas así

— Eso es lo que es, un jodido lento que no se da cuenta que solo te casas con el por lastima.

— Aarón no es lastima, yo necesito una vida. Una en donde pueda estar en paz sin presiones o constantes miedos. Tú tienes a Mabelle que estará detrás de ti toda la vida y a mi va a buscar la manera de hacerme daño y ahora más que nunca no lo puedo permitir. Y sí, dime lo que quieras pero tengo miedo, te amo pero presisamente amarte es lo que enoja a tu resusitada y con locos no me gusta lidiar

Debería de indignarme con su respuesta pero extrañamente no ocurre. Se que algo oculta y lo que da son puras excusas. Me acerco a sus labios y cada vez que los pruebo me enloquece su suavidad, acerco mi nariz a su cuello y aspirando su perfume beso su piel

— Eres mía, así te cases con quién te dé la gana. Tu piel, tu mente, tu cuerpo, toda tú solo deseaba sentirse mujer entre mis brazos.

— Ya basta

— Cada vez que el te bese, cada vez que te haga el amor sentirás la culpa carcomiendo tu interior y desearás que sean mis manos las que te toquen, que sean mis labios los que te besen — Sonrio— Cásate con él, pero eso no hará que me olvides Lara. Hará que sin darte cuenta, me ames aún más.

Sin decir mas, salgo de la habitación y me tropiezo con una joven algo alocada pero igualmente encantadora con un par de carpetas con cosas de boda y demás. Los recojo del suelo y sonriendo me disculpo

— Lo siento, no mire por donde iba

Ríe

— Ya me di cuenta. Veo que vienes del cuarto trescientos dos, justo iba hacia ya

Me Robaste el Corazón Donde viven las historias. Descúbrelo ahora