Creía que volverían a usarme pero extrañamente desisten de tocarme. Me cubren los ojos y tras un largo tiempo, una eternidad, me quitan la venda de los ojos y me meten a un lugar algo extraño. Parece ser un salón inmenso, no comprendo nada. A unos metros, hay un ataúd con muchas coronas de flores. No puedo con la incertidumbre, mi corazón se acelera al escuchar a lo lejos el llanto de un bebé.
— ¿Noah? Por favor déjenme ver a mi hijo, se los suplico.
De entre tinieblas Mabelle se acerca cargando a Noah y disfrutando de verme claudicada a lo que ella desea comenta con satisfacción.
— No sabes cuánto he deseado verte aquí, verte así. No te preocupes que tu estancia en este lugar y en este mundo no será muy larga.
— Ya estoy aquí, dame a mi hijo. Por favor
Me desata y de mala gana me da a Noah y abrazándolo siento que el alma regresa al cuerpo. Tiene la carita hinchada de tanto llorar y sus deditos arrugados de tanto que se las ha chupado.
— Te odio tanto, por tu culpa no tengo familia. Por tu culpa, Aarón dejó de amarme. Pero todo tiene solución, si tú desapareces junto con esa cosa, todo será igual que antes. Seré su esposa, cuidaremos a nuestra niña y tú serás solo pasado.
— ¡Estás loca! Eres un ser despreciable
Sonríe sin ofenderse
— Más despreciable eres tú que te le metiste por los ojos a mi marido sabiendo que aún me amaba cuando me creía muerta. Con esa cara de mosca muerta y tus millones lo enredaste. Eres tan o más despreciable que yo.
Miro a Noah y llena de miedo respondo
— Haz lo que quieras conmigo maldita loca, pero con mi hijo no te metas.
— ¿Ves aquel ataúd? Elegí el más costoso, el más lujoso, el más elegante para ti. No puedes quedarte, al menos morirás con dignidad. Tú y tu engendro.
Antes de que pueda hablar esos hombres que me raptaron me quitan a Noah y sujetándome con fuerza, uno de ellos me inyectan algo en el cuello. Poniéndose de cuclillas frente a mí Mabelle burla con gusto y maldad.
— En unos minutos, tus músculos se relajaran totalmente. Tanto que no podrás mover uno solo. No vas a poder ni siquiera hablar. Apenas podrás respirar. — Ríe — Quizá llorar. Pero lo que si no te vas a librar, es de sentir dolor, mucho dolor. Vas a sentir como la muerte se acerca cada segundo, con cada bocanada de aire. Te deseo el mejor de los viajes al infierno maldita infeliz. —Tal como ha dicho, en momentos no logro mover nada en mi cuerpo. Siento una pesadez terrible en mi cuerpo, una desesperación al no poder hablar. Lo único que logro mover con dificultad son los párpados. Uno de los hombres me levanta del suelo y cargándome me lleva hasta una mesa. Junto a otra más pequeña con maquillaje, ropa y unas flores. No puedo ladear para ver a mi pequeño y solo escucho su llanto constante. — Para que veas que no soy tan mala, te vamos a hacer un funeral digno de la empresaria millonaria que eres. El mejor de los vestidos, los mejores maquillajes. — Sonríe — El mejor embalsamador, estás en muy buenas manos, lo aseguro querida. Ah y no te preocupes, le enviaré una fotografía a Aarón para que vea que hermosa vas a quedar.
Sale del salón llevándose a Noah y ese hombre desagradable comienza a desnudarme y a ponerme esa ropa horrible. Maquilla mi rostro e inevitablemente cientos de recuerdos comienzan a asomarse a mi mente. Aquel primer beso, aquella primera vez, todo lo que Aarón logró cambiar en mí. Mis hijos, incluso Raisa. Todos vienen a mi mente, los dejaré de ver, no volveré a escuchar sus voces, no veré crecer a mis hijos, este bebé que llevo en el vientre no podrá ver lo hermoso que es el azul del cielo y las mañanas en la cama junto a sus padres. Una lágrima cae por mi mejilla y enojado el hombre grita
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Me Robaste el Corazón
ChickLitPor cosas del destino, Mabelle regresa a la vida de Aarón poniendolo en una fuerte encrucijada obligándolo a elegir entre el amor de padre y el amor que siente por Lara. Resignada a una vida sin amor y llena de miedos, Lara se refugia en el trabajo...