Me Robaste el Corazón

Capitulo 9: Entrega al amor

Aún con mareos y náuseas voy a revisar la correspondencia y entre las cartas veo una nota de Ian. La leo mientras camino hacia la sala de estar

Quiero que pasemos un momento inolvidable. Te espero a las siete de la noche en el bar del hotel que tanto te gusta.

Te amo

Ian

Miro la nota un par de veces y algo extraño hay en ella pero no le hago mucha importancia. Falta apenas dos horas para las siete. Morgan comienza a cocinar y el olor de la comida me revuelve horrible el estómago.  No me soporto, debo traer un jodido virus o algo así

— Iré a arreglarme, tengo una cita con Ian

— Bueno vale, yo me quedo con Romeo.

Ver a Morgan un poco animada me tranquiliza. Papá se ha portado como un idiota y me ha enojado mucho. Busco entre mi ropa algo bonito que ponerme y entre tanto pensar, elijo un vestido púrpura con pequeños detalles plateados y al cerrar el cierre se queda a medias. No, ¡pero si apenas logro comer algo en el día! Elijo otro vestido una talla más grande y termino de arreglarme llena de apuro. Miro un par de veces el móvil y es rarísimo que Ian no envié ningún mensaje desesperado porque ya llegue.

— Morgan, nos vemos en un rato

— Lara, por favor no sigas ilusionando a Ian. Es un buen hombre y merece a alguien que lo ame de verdad.

Suspiro algo apenada

— Vale, adiós

La noche está fría, y mis pensamientos inclinados a él, es que por más que deseo quitarmelo de la cabeza no lo logro. Manejo hasta el hotel y antes de bajar del coche le marco a Ian pero no responde. Todo esto está algo raro, siempre me responde, nunca se desaparece todo el día así. Muerta de la curiosidad entro al hotel y camino hasta el bar buscando a Ian pero no lo veo por ningún lado.

— Buenas noches, señor ha visto a un hombre alto de cabello castaño y ojos verdes, él, él siempre viste de traje o americanas.  

— No señorita, por aquí no ha pasado alguien así lo siento 

— Bueno, gracias

Miro a todos lados intentado buscar a Ian pero no está. Nunca antes me ha dejado plantada en un sitio así. Un empleado se acerca a mi y me da una nota.

— ¿Usted es Larabelle Ivanova?

— Si, soy yo

— Le han dejado esto

— Vale, gracias.

Comienzo a leer la nota muerta de la curiosidad

Pensé que sería más cómodo cenar en privado. He reservado una habitación en el hotel. Es la 501

Te espero

Ian

¿Notas? ¿Acaso no es más fácil llamar? No entiendo nada, no entiendo tanto misterio. Camino hacia el elevador e intento seguir llamando a Ian pero nada que contesta. Avanzo por un largo corredor y al fondo hay una puerta con el número de habitación que me han indicado. Junto a la nota, Ian me dejó la llave de la habitación y deslizo la tarjeta en la cinta de la puerta. Entro a la habitación y todas las luces están encendidas pero no hay nadie.

— ¿Ian? Ya he llegado

Escucho la puerta cerrarse y al girarme me quedo estupefacta al ver a quién tengo de frente. Intento salir de la habitación pero me lo impide. Toda nerviosa le digo

— ¿Qué haces aquí? Déjame ir. Esperaba a mi prometido, no a ti. ¿Qué le hiciste?

— Fui yo quien te ha citado aquí. Es hora de hablar quieras o no Lara.