LA DESCONOCIDA (Maluma y tu)

Capitulo 2

Narra Maluma:

Ya hace 1 dia que llegue a Miami y realmente necesito un masaje, fui a un masajista profesional, pero no necesito un masaje cualquiera, estaria necesitando a parte de un masaje comun con las manos, unas mordidas por mi cuerpo, se que suena algo pervertido, pero se siente delicioso. Tengo 3 babys que me hacen ese tipo de masajes pero ninguna de ellas esta cerca para hacermelo asi que fui a un masajista. Por sierto las 3 babys mamasitas que me hacen los masajes son una hermosa chica con grandes chichis llamada Brenda, otra con un gran culo llamada Carla y la ultima es Melissa mi novia con un poco de ambos. No importa, al llegar al masajista, pedi un turno para ahora, lo necesitaba urgente, la gira me traia como loco, necesitaba relajarme un poco e iba a ser asi. Le conte a la secretaria mis apetitos y se ve que eso la excito, dijo que iba a hablar con una chica que es especialista en masajes y mordidas, sin mas, me dio una bata, un vestidor para que me cambiara y fuera directo a la cama donde me iban a hacer mis masajes. Mientras ella se iba a hablar con la masajeadora, yo ya desnudo, me recoste boca abajo en la cama. Escuche que la puerta se cerro y un dulce voz lleno el silencio de la habitacion.

Narra Maia:

Hoy era mi dia de trabajo. No iba a ir a modelar, antes de comenzar mi carrera de modelaje, comence otra de masajes, asi comence a trabajar en una casa de masajes profesionales, esta casa de masajes era algo rara, aqui cumpliamos los apetitos de los clientes, todo lo que pidieras lo haciamos, menos atrevimientos sexuales, solo masajes y cosas que pidan los clientes. Me habia tocado el turno de las 8 de la mañana hasta las 4 de la tarde. A eso de las 12 del mediodia, llego un hombre de aproximadamente 22 años a pedir un masajes con mordidas, lo estaba escuchando porque Raquel, la secretaria, le estaba tomando sus datos. Yo era la unica chica que estaba disponible, las demas estaban ocupadas con otros clientes, asi que yo tome el trabajo. Antes de que Raquel se fuera me dijo "No la cagues como la ultima vez". Les cuento brevemente, un señor de unos aproximadamente 50 años, pidio un masaje y se lo di, luego pidio sexo oral, el se puso violento y lo pidio con mas frecuencia, yo no lo hice, tuvo que venir otra chica a hacercelo, lo se, en este lugar nada sexual, pero este hombre pago demasiado dinero para que le hagan sexo oral. Yo sigo siendo virgen, jamas he visto, tocado o tenido dentro de mi o mi boca un pene, estaran diciendo "Maia tienes 20 años y aun eres virgen?¡" No he encontrado al indicado en mi vida para entregarle algo tan importante como mi virginidad. En fin, entre al cuarto y vi a este hermoso chico acostado boca abajo, tenia una espalda muy grande, imagine el cuerpo de Juan, con tan solo ver sus tatuajes. Cerre la puerta y le hable dulcemente llenando el vacio de la habitacion.

-Maia: Buenos dias-dije acomodandome para comenzar mi masaje. Comence a hacerle unos masajes en sus hombros, estaba contracturado, en la nuca traia 2 tatuajes de dos nombres "Romeo" y "Apolo" lindos nombres, deben ser sus hijos. Comence a bajar mis masajes hasta sus homoplatos, hasta comenzar con las mordidas, empece por sus hombros, pase por los costados de sus costillas, me sorprendio, no tenia cosquillas, eso me facilito mucho mas el masaje. En su culo, tenia una toalla que lo tapaba, pero veias su espalda que iba derecha y al llegar a su culo habia como una colina, tenia un gran culo este chico. Comence a hacerle masajes en sus piernas, me pidio mordidas en sus piernas y realmente deben estar pensando "iuu mujer que demonios haces con tu vida?" "Yo no le morderia las piernas peludas a un desconocido" no estaban taaaaan peludas, a penas mis dientes hicieron contacto con sus piernas el largo un pequeño gemido. Ese gemido se me hizo conocido, me hizo recordar a Juan.

Narra Maluma:

Esta chica me daba unos increibles masajes y unas excitantes mordidas con sus carnosos labios que rozaban mi piel, tanto que llegue a largar un gemido. Sus carnosos labios me hicieron recordar a los deliciosos labios de Maia. Esta chica desconocida me hizo masajes por una hora, luego simplemente, dejo de hacerlos ya que la hora habia terminado y se fue. Pague mi hora y me fui a mi casa. Recorde esas mordidas excitantes, no la vi en el momento que se fue y tampoco la vi en la recepcion, no sabia ni su nombre, simplemente su dulce y linda voz.