█ QUEDATE CONMIGO [KAISOO]█

Capítulo 26

- DO KYUNGSOO-

Con la cabeza baja, me paré frente al edificio de JongIn discutiendo conmigo mismo si debía entrar o no. La última vez que entré en este edificio había traído un nuevo teléfono y un regalo para JongIn ¿Lo había visto? ¿Lo guardó o lo tiró?

Con el corazón acelerado, cogí mis manos juntas e intenté no torcerlas.
Cerré los ojos con fuerza. Estaba listo para escuchar todo lo que tenía que decirme,  Taemin dijo que se habían besado e insinuó que habían hecho algo más. JongIn dijo que no había pasado nada. Ahora que la ira no estaba enturbiando mis pensamiento, me di cuenta de que nunca antes me había mentido, él era demasiado honesto.

¿Pero todavía me quería?

Tomé una respiración profunda. Empujando lejos mis miedos y recogiendo mi coraje, me adelanté y entré al edificio. Me congelé en mis pasos cuando vi a Taemin saliendo del ascensor con pasos rápidos y decididos. ¿Qué hacía él aquí?

A nadie se le permitía subir a menos que la recepcionista llamara al inquilino, y el inquilino dijiera que pasara así que JongIn debió haberle dicho que subiera. Me hizo dar un paso atrás.

¿Y si algo estaba pasando entre ellos? ¿Lucharía por él?

Maldita sea, yo lucharía por él.

Tal vez Taemin estaba tratando de manipularlo de nuevo, fingiendo ser herido e indefenso para conseguir lo que quería. Si intentaba otra vez con JongIn, esta vez conseguiría más que una bofetada de mi parte.

Entrecerré los ojos mientras lo veía entrar en un taxi. Rezando a Dios que JongIn no me haya quitado de la lista, casualmente me dirigí a los ascensores y dejé escapar un suspiro aliviado cuando la seguridad me sonrió y no me detuvo.

Cuando el ascensor subió, mi corazón comenzó a correr. Me sentía nervioso, con las manos húmedas y frías mientras las agarraba juntas. Cuando el ascensor se detuvo en el piso de JongIn, tomé un profundo y calmante aliento y salí.

Mis pasos fueron amortiguados por la alfombra mientras me acercaba lentamente a su puerta. Era tan tranquilo en el pasillo que podía oír mi latido en mis oídos.

Con el corazón palpitando, me detuve frente a su puerta, mordiéndome el labio. Me había acostumbrado a entrar sin llamar pero sabía que había perdido ese privilegio ahora.

Lentamente, levanté mi mano formando mi mano en un puño. Cerré los ojos con fuerza y ​​golpeé.

Nada.

Llamé de nuevo. Cuando no hubo respuesta, ignoré la culpa que sentía al invadir su privacidad y presioné el código para abrir la puerta.

Tragué el nudo en la garganta y entré. Estaba oscuro y silencioso. Caminé pasando por el sofá donde a JongIn le encantaba acostarse. Pasé por la cocina, sonriendo tristemente cuando recordé cómo había cocinado una cena hace mucho tiempo. Lo había hecho usar un delantal y él hacía muecas mientras preparaba papas fritas.

"Las papas fritas están listos, lo llamaré las increíbles papas fritas del increíble chef JongIn!"

Recordé la risa. Él parecía muy orgulloso de si mismo. Había quemado las papas fritas y estaban realmente saladas pero me los comí todos. Más tarde ese día, fuimos al balcón y estudiamos para los exámenes, pero JongIn se aburría con rapidez. Empezó a jugar con mi pelo, girándolo alrededor de su dedo, cuando lo ignoré, él tiró de mi.

¡JongIn basta!

Él solo me sonrió descaradamente, un brillo travieso en sus ojos. Me acarició la cara y me dio la vuelta para hacer frente a él y dijo: "Si parpadeas, me quieres."