Eclipse S.M

Capítulo 6 LA TORMENTA

De los siete días que tiene la semana, solo dos de estos en las últimas tres semanas vi a Daemon.
Es un adulto joven como cualquierotro, sé que tiene cosas que hacer pero las demás se las inventa para no verme la cara, que inmaduro.

La única persona con la que he mantenido un contacto frecuente es con Shawn, nos hemos enviado mensajes de texto. A veces me manda indirectas por Twitter, ambos estamos ocupados así que no nos hemos visto en persona. A veces me desvelo hablando con él por teléfono,  una de las cosas que más me gustan de él ahora que lo estoy conociendo: es su sentido del humor, sin duda.

No puedo evitar sonrojarme cada vez que menciono su nombre.

He sentido una tranquilidad desde él apareció, me siento más animada, pero a la vez confundida. Mi hermano está ausente, como si alguien hubiese tomado su lugar. Como si Shawn Mendes hubiese tomado su lugar.

Necesito hablar con Daemon, si tan solo al hijo de puta se le ocurre aparecer.

Por fin era viernes. Salí de mis clases, me encontré con Fabián que corría hacia la biblioteca. Pasaba los descansos conmigo sin importar que me descubriera huyendo de él. Siempre lo hago pero algún día tengo que cansarme. Me sorprendió ver Daemon fuera del instituto. Bueno, el día de ayer no vino a recogerme. Tal vez  me quiere recompensar.

Nadie habló hasta la mitad del trayecto:

 — Necesitamos hablar — dijo él.
 —No es eso lo que estamos haciendo —dije muy obvia. Daemon me dedicó su mirada típica de sarcasmo y odio.

—Lo digo enserio.

Solo asentí y él continuó hablando.

—Recuerdas lo que te dije respecto al chico. Bueno, antes de ir al grano: quiero saber si tú y él se han visto —por la forma en que lo dijo como no olvidar sus palabras, las he traído presentes en todo el mes transcurrido. Además también quiero hablar con él, quiero aclarar las cosas y que me saque de mis dudas.

—Solo lo he visto en dos ocasiones. ¿qué está pasando?

Las facciones de Daemon se endurecieron.

 —¿Solo eso? —preguntó irritado.
—No puedo responder si no eres concreto.
 —Tú y tus respuestas cuadriculadas niñita. Evítame un enojo y responde.

— Y tú evítame un coraje — dije a la defensiva.

 —Fátima — dijo más calmado.

A nadie le gusta estar discutiendo, una debilidad de Daemon es que no aguanta las discusiones y menos si son conmigo.

Lo que no logro comprender es; que tiene que ver Shawn con todo esto. No lo relaciono.

 — Explícame lo que está ocurriendo Daemon, muchas cosas no tienen sentido.

 Hasta ese momento no me había dado cuenta de que este tema era muy delicado. cómo no iba a serlo si nuestra convivencia está en juego, si me pongo a pensarlo mejor: mi hermano se volvió distante desde el día en que me encontré con Shawn Mendes en esa cafetería. Uno tuvo que marcharse para que el otro llegara.

  — Explícame, Daemon. No soy ajena a tus presentimientos, pero, me quedo estancada a la hora de sacar conclusiones

 Ya habíamos llegado a casa.

La sensación de que alguien me vigila se hizo presente. Al principio creí que solo era producto de mi imaginación, ha transcurrido un mes. La presencia de otra persona cada vez es más intensa. Debe de ocultarse bastante bien, porque no ha dado una pista que pudiese delatarlo. Estoy segura de que se oculta y permanece entre las sombras.