UNA AMENAZA

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— No pierdas la cabeza, concéntrate — dijo Shawn para sí mismo. No muy convencido del todo, subió a su auto cerrando la puerta con fuerza bruta, James ya se encontraba en el asiento del copiloto. No parecía muy contento.

— Se puede saber, ¿Por qué debo de  acompañarte? 

Shawn encendió el motor.

— Solo te encargas de supervisar algunas cosas — respondió como si lo que estaban a punto de hacer fuera algo tranquilo y nada preocupante.

— ¿Cómo qué?

Dio vuelta a derecha.

— Evitar que asesine a alguien.

Lo dijo con una seriedad tan intachable que a James no le quedó de otra que asimilarlo, ya lo conocía lo bastante como para seguir haciéndole preguntas estúpidas. Nunca decía que no pero esta vez no estaba de humor para seguirle el ritmo a Shawn

No transcurrió ni el minuto cuando James volvió a hablar —. ¿Ahora qué fue lo que hiciste?

— ¿Por qué crees que hice algo? —preguntó con un tono grave, mostrando molestia.

«Oh, todavía lo preguntas » pensó James con ironía.

— Te conozco demasiado bien, Mendes. Ahora dímelo.

Y se lo dijo. Le contó sobre el sujeto que estuvo enviando esos mensajes extraños a Fátima, Shawn los había leído todos y cada uno de ellos. Así que no fue problema recitarlos de memoria, lo peor de todo es que Shawn es capaz de hacer cualquier cosa y cuando eso  sucede es casi imposible detenerlo. En otras palabras no tiene límites.

— Hombre, al menos tienes idea de quién los envió. No seas imprudente.

— ¿Quién más? Fue Arthur — respondió Shawn con firmeza.

A James le temblaron las manos, hasta él le teme —. ¿Hablas de Arthur Black? — su pregunta retórica no necesitaba ser respondida verbalmente. El mismo silencio lo confirmó.

— Tuve un encuentro con él hace unos días. No fue una pelea solo discutimos y digamos que no terminó bien.

Nunca termina bien, es obvio. El rostro de James mostró duda. 

— Lo extraño de todo esto es, ¿cómo él sabe de la existencia de Fátima? Es ilógico. Si hemos sido muy cuidadosos y ella casi no sale de la casa. 

Shawn también lo pensó y vaya que se equivocó—. Ha estado siguiéndome,  el maldito ha estado rondando por la casa y la vio por ahí.

Eso último lo dio por hecho al recordar cuando Fátima dijo haber visto una sombra, está muy claro que fue él. De eso no cabe duda.

A dos cuadras de donde se encontraban, existe un bario antiguo conocido por su gente, una zona  liderada por pandillas pero que en esos momentos no parecía haber mucha actividad, sobre todo por la hora, había un  bar cuyo nombre no recuerdan, no tiene caso que lo recuerden. Lo que importa es que el bar favorito de Arthur, la mayoría del tiempo se encuentra ahí emborrachándose a estas horas del día.

Como era de esperarse, aparecieron algunos fotógrafos y periodistas, porque estaban grabando algo secreto para un posible documental. Antes de que lo ubicaran subió los vidrios polarizados solo para pasar desapercibido.

— Reconocerán el auto — dijo James. Era un auto nuevo y lujoso, ese tipo de cosas no son comunes en esos lados.

— No si los despistamos.

Avanzó más cuadras hasta dar con una zona despoblada a simple vista ese bar estaba frente a ellos.

Finalmente entraron; Shawn lo hizo primero seguido de James asumiendo un rol más importante.

Eclipse S.MDonde viven las historias. Descúbrelo ahora