Capítulo 13 LEYENDA

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Mierda.

Es sábado por la madrugada y no puedo dormir, cierro los ojos y respiro profundo pero no logro quedarme dormida.  Shawn no me está ayudando, no me deja dormir por su constante movimiento. Cambié de posición para mirarlo  y él estaba sudando, su respiración era irregular, abrió la boca y no tardó en emitir sonidos con palabras inaudibles para mí. 

Está teniendo una pesadilla: sacudí su hombro hasta que conseguí despertarlo. Sus ojos castaños brillaron al verme, estaban un poco cristalinos. Creo que estaba teniendo una secuencia de imágenes no muy agradables.

Con el apoyo de ambos codos se sentó al borde de la cama, enseguida me le uní.

—¿Estas bien? —pregunté en un susurro. Mi ritmo cardiaco se aceleró.

Shawn asintió y se frotó los ojos. Parecía estar avergonzado.

—Tranquilo, también yo suelo tener pesadillas.

«Y muchas» pensé. Él se volvió hacia mí mirando mis hombros, a veces lo hace y sigo sin saber porqué.

—Me gustaría entrar a tu cabeza —dijo de repente.  Su respuesta me desconcertó. No sabe lo que dice, no tiene ni idea.

—Créeme, te abrumaría saber lo que pasa por mi mente.
Tomó mi rostro con sus manos:
—No lo creo. ¿Qué puede haber de malo en ella? — preguntó en un tono de inocencia, si yo fuese más valiente esa pregunta se la haría a él.

Pienso que ese tipo de sueños pueden ser repetitivos, depende de la persona pero la mayoría de estos son producto del remordimiento o de las preocupaciones en la vida Sí, yo he sentido remordimiento y me preocupo por tantas cosas todo el jodido tiempo, es un peso muy grande.

—Malas experiencias —fue lo único que pude decirle. Experiencias traumáticas y lo peor es que ya no las recuerdo del todo pero esas sensaciones siguen vivas dentro de mí. No quise tocar el tema y volví a tumbarme sobre la cama, Shawn imitó mi acción quedando muy cerca de mí —. Pero si tú eres un encanto y una buena persona.

Mis mejillas se ruborizan y él se dio cuenta de ello.

—Eso no significa nada, hubo personas que me trataron mal y sucedieron cosas. Para ser muy joven no puedo librarme de los prejuicios.

Se mantuvo inmóvil perdido en sus pensamientos, al menos su respiración regresó a la normalidad. Shawn continúa resultando ser todo un misterio.

En este momento la noche es eterna.
—Cuéntame algo —cambió el tema—. Lo que sea.
—Exactamente, qué quieres que te diga.

Movió su mano en busca de la mía.

—Cuéntame esa leyenda que te tiene fascinada, lo que mencionaste la otra vez —automáticamente miré hacía la ventana, esta noche hay luna llena que curioso.

Miré sus ojos, recordando esa conversación—. Ah, ya veo, la leyenda del sol y la luna.

Shawn asintió y me atrajo hacia él para acurrucarme en su pecho. Mientras él acariciaba mi cabello yo me preparaba mentalmente.

Me reí como si me estuviera burlando de él.

—¿Qué es tan gracioso?

—Nada, solo que esa historia la puedes encontrar en cualquier lado. Está en muchos sitios de internet, incluso puedes escucharla en videos de YouTube —así di con esa historia.

—No es necesario que busque en internet, ¿para qué molestarme en hacerlo si tengo a un servidor de internet aquí mismo, en tiempo real a mi disposición?

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