Eclipse S.M

Capítulo 9 MENSAJE FINAL

Las últimas semanas de escuela me resultan tediosas y eternas y  más con todos los proyectos finales, me alegra tanto que sea él último día de clases. ¡Gracias mes de mayo!

Y adiós escuela, eres una tremenda mierda pero no puedo dejarte.

 — Anoche subieron las calificaciones restantes, ¿las viste? — me preguntó Fabián. Últimamente se ha comportando más raro conmigo, de la noche a la mañana se la pasa pegado a mí. Cada vez que me separaba de Esmeralda él venía corriendo hacía donde yo estaba.

— Sí, Fab —hice una pausa—. ¿Te fue bien en todo?
Ya sabía la respuesta, no era necesario preguntar pero su respuesta me sorprendió.
—La profesora de física me reprobó.

Casi me atraganto con mi propia saliva.
—¿Qué?
Él se echó a reír nervioso.
—Saqué una A en el examen y dijo que mi calificación final seria buena, pero algunos le dijeron que falté más de cuatro veces en el semestre y al ver que era verdad me reprobó.
—¿Quiénes te acusaron, tus amigos?
—Mis mejores amigos —concluyó rodeando mis hombros con su brazo.

Me reí. Me reí tanto que se me erizó la piel.
—Eres demasiado idiota para ser verdad.

 — Tú tienes excelente promedio desde tiempos memorables — su comentario me hizo sonreír.
 — Ya te he dicho que no me gustan los halagos.
 — Pero sabes que es verdad.
 — Lo que tú digas, idiota — bufé.

Fabián se reía no sé si fue por llamarlo idiota varias veces o porque en realidad le causa gracia mi voz.

 — ¡Oh! Fátima diciendo groserías.

Puse cara de póquer y eso le causó más gracia.

— En este momento podría discutir contigo, pero necesito irme a mi casa — cambié el tema, en la esquina del instituto se encontraba el auto de James, la mayoría del tiempo me llevaba a casa.

Pasó de ser un extraño a un confidente, él más que nadie está enterado de todo lo que tengo con Shawn. Es la única persona con la que puedo hablar sobre eso más a fondo y me alegra tanto porque en estos meses he necesitado estar cuerda.

He estado contando los días para estar con él, siento emoción y miedo al mismo tiempo. Sin razón alguna me ruborice.

 Sin que Fabián se diera cuenta le hice una seña a James para que se acercara, la seña consiste en pasar una mano por mi cabello haciéndolo hacia atrás.

 —¿Es verdad que te irás a Canadá?
— Sí, es temporal.
  — ¿Esmeralda, está enterada de esto?
 — Ella ya sabe todo, Fab. Ella es mi mejor amiga — «no tienes ni la menor idea de cuántas cosas sabe ella que tú» pensé.

 Me mordí la lengua. «Concéntrate, Fátima.»

 Aquel auto se estacionó frente a nosotros.

 — Hola, Fátima — dijo James esbozado una gran sonrisa.
 — ¡James! ¿que tal? —  me salvó de la conversación incómoda. Fabián frunció el ceño al verlo. Puedo jurar que lo miró con desconfianza.

   — ¿Quién es él?— demonios aquí viene de nuevo con sus preguntas. Doble carajo.
 — Fabián, el hecho de que seas mi amigo no implica que debas saber todo — dije entre dientes.

— ¡Oye, aparte de enana, gilipollas.
James intervino.
 —No vuelvas a llamarla de esa forma, que te quede claro, mocoso.
 — No tengo porque seguir tus órdenes, así que vete mucho al...

 No,no no.

— Cállate, Fabián — le regañe —. Que sea la última vez que te escucho hablar así.