Eclipse S.M

PRIMERA PELEA DEL MES DE MAYO

Shawn Mendes finalmente terminó de  remodelar su casa; ahora vive solo.
El reloj de pared ubicado en el pasillo principal, marcaba las 8:00 de la noche. Entró a un baño y abrió la llave del grifo, con ambas manos mojó su rostro dos veces, necesitaba refrescarse.

Mientras se miraba al espejo experimentó una especie de trance, se observó con cautela; todos los rasguños que pudiese tener han desaparecido.
Estaba limpio: debe de disimular lo más creíble para cuando Fátima esté aquí.

Shawn sonrió al pensar en ella, el momento se vio interrumpido cuando sintió una presencia, al principio pensó en que podía ser James; el tiene una llave, pero la energía estaba llena de tensión que pronto descartó la idea.

Se escuchó un crujido, eso lo puso en alerta.

Apretó los puños automáticamente, la Piel se le puso roja. Recorrió la casa dando pasos silenciosos, todo aparentaba ser normal...pero esa Presencia continuaba ahí, más viva, más frustrante y más potente.

«Intenta engañarte, tú eres más inteligente que él » dijo su conciencia.

Entonces Shawn puso en práctica el típico truco de hacerse el despistado; eso consistió en irse a otra habitación como si nada pasara. Por suerte en esa habitación se encontraba un espejo de cuerpo completo, no pasó ni el minuto para que a través de él se percatara de una sombra correr.

«Te tengo, inocente palomita» pensó.

Vaya la redundancia, este chico más astuto no puede ser.

Shawn estaba a un metro de distancia de ese sujeto. Este último le daba la espalda, se encontraba sentado en un sillón respirando con irregularidad.

El sujeto posee una cabellera negra alborotada.

— ¿Estás cómodo? — preguntó Shawn con ironía.

El sujeto se levantó de golpe y antes de poder ejecutar un movimiento, Shawn lo tomó por las solapas y lo estrelló contra la pared.

— No me mates por favor — suplicó.

¿Qué patético?

— Oh, déjame pensarlo ¿de acuerdo? No, demasiado tarde.

El sujeto se estremeció a la frialdad de Shawn. Los ojos de ambos se transformaron, los de aquel desconocido eran grises transmitiendo miedo y piedad, pero sólo era un truco.

Los ojos de Shawn, se tornaron a negros dando a entender su enfado.

— ¿Qué quieres?
— Advertirle.
— ¿Sobre qué?
Ahora Shawn lo tomó del cuello y lo levantó, pobre sujeto ya no tocaba el suelo. El chico con trabajos logró articular las siguientes palabras:

— Si vuelves a meterte con mi gente, me encargaré de darte en dónde más te duele.

Shawn se ha metido con tanta gente que ya perdió la cuenta, pero jamás le han amenazado, esas palabras le preocuparon en su momento… ¿Qué podía doler? ¿su familia? No, a ellos los ha protegido bien.
¿Sus amigos? ¿su equipo de trabajo? Todos ellos son importantes para él.

Después lo comprendió, solo existe una persona a la cual le mataría perder.

— No, tú no vas a tocarla — Shawn le apretaba el cuello con más fuerza.

— Eres vulnerable, no vas a impedir eso. Ella no es nada.

Shawn explotó.

Lo soltó y le dio un fuerte golpe en el estómago, dejándolo de rodillas sofocandose, en un intento de ponerse de pie, Shawn lo tumbó al suelo de una patada provocando una dislocación en el hombro derecho.