Mientras Shawn y Andrew planeaban una estrategia este último me permitió usar su teléfono para llamar a mi padre. Han pasado días desde la última vez que hablé con él, espero que no me mate, literalmente.
Llamé cuatro veces hasta que se dignó a responder; tuve que aguantar sus sermones por el simple hecho que es mi padre y le tengo respeto. Incluso mi madre mostró preocupación. Lo peor fue que me hizo prometer que lo llame todos las noches antes de irme a dormir, ¿por qué prometo cosas que sé que no voy a cumplir?
Es una mierda.
Mi padre me cambió la conversación de repente.
— Daemon quiere hablar contigo.
Mi rostro era un poema. No he pensado en él ni en lo más mínimo. Me da coraje.
— Que pena, porque yo no quiero hablar con él.
Papá suspiró.
— No sé qué demonios te dijo para que me respondas así, pero ha estado muy preocupado por ti y está más arrogante que nunca. Según él quiere decirte algo sumamente importante.
Se escuchan más voces al fondo no tenía que quebrarme la cabeza para adivinar.
—¿Estás hablando con ella?
— Sí y ahora cállate que no me dejas escuchar.
Mi padre y él se dijeron un par de insultos.
— Ya cállate Daemon, qué mierdas quieres — dije irritada.
— ¡Ese vocabulario! — exclamó.
— No voy a retractarme cuando tú eres más majadero de yo.
Y lo era. Esto es ridículo.
— Hablando en serio, necesito que vuelvas. No es gracioso irme con las putas sabiendo que no estarás en casa para joderme por hacer tonterías.
Vaya, sigue siendo el mismo tonto de siempre. Eso significa que regresó a casa. ¿Por qué mamá está más orgullosa de este cabrón que de mí?
— No voy a volver hasta que terminen las vacaciones. Me gusta estar lejos de ti, si sólo vas a decirme esas cosas hazme el favor de no llamar.
La risa de mi padre me dio a entender que mi hermano está irritado.
— ¡Maldición!
No tengo tiempo para eso.
— Una cosa más Damon.
— ¿Sí?
— No aguanto tus gilipolleces. ¡Madura ya!
Le colgué, me hubiese encantado hacer lo mismo que Shawn, romper el teléfono en pedazos…
Cuando estuve más calmada le llamé a Esmeralda, cuanto la extraño. De pronto creí que sería más sencillo hablar con ella pero fue lo contrario, un dolor de cabeza.
— Hasta que te apareces, idiota —murmuró.
En ese instante Shawn ya había entrado a la habitación y frunció el ceño cuando escuchó la voz de mi compañera.
— No me llames idiota —la contradije—, idiota.
Bien, era obvio que estaba enojada.
—¡Cómo no! Te desapareces, no respondes a mis mensajes.
— Eres un puto dolor de cabeza, ¿lo sabías? Te explico ese detalle después.
Supongo que eso son las amigas, ¿cierto?
Con ella las cosas siempre terminan bien, es rara la vez que tenemos una pelea de verdad.
Respondí a la mayoría de sus preguntas que la mayoría eran “¿Shawn Mendes es tan perfecto como en las fotografías?” y muchas de ese tipo. Solo me preguntaba tonterías. Algunas veces le dije que si, hasta yo sé reconocerlo pero sentí incomodidad porque él estaba escuchando todo.
Al final no le preste atención porque me recoste en el hombro de Shawn y me perdía en sus ojos.
— Una pregunta más —murmuró.
Eso dijo hace media hora.
— ¿Te has acostado con él? ¿Ya lo hicieron?
Pero qué leches…. ¿Por qué todos suponen eso? Joder.
Puse los ojos en blanco.
— No evadas la pregunta, dime.
Dejé de mirar a Shawn para pensar una respuesta. Tuve que responder entre dientes.
— No me he acostado con él, si que te gusta dejarte llevar por la imaginación.
— Obviamente.
Gracias al cielo colgó. Fue imposible no recordar la noche anterior, mi cuerpo se estremeció al recordar sus caricias. Si me hubiese dejado llevar, lo más lógico era que terminaramos teniendo intimidad.
Más no fue así.
— Podríamos hacerlo aquí mismo si tú lo deseas.
Cielos.
— ¿Bromeas? — pregunté divertida.
— No, hablo en serio — se acercó para besarme el cuello.
— Eres increíble —respondí con ironía.
— Mucho, me lo dicen a menudo.
Egocéntrico, es todo un personaje. Sus nudillos rozaron mi mejilla, un gesto simple y propio de él. Acostumbrarse a eso no me resulta sencillo y no creo poder hacerlo nunca.
*
Encendí el televisor de la sala principal solo para matar el tiempo, todos los canales eran de noticieros, odio las noticias. Todos repetían un patrón porque todos hablaban de la misma cosa, subí el volumen del televisor y tomé asiento.
INCENDIO PROVOCADO
El título me llamó la atención.
“Un hombre no identificado incendio el edificio donde se encontraban cuatrocientas personas, de las cuales el cinco por ciento no sobrevivió y el resto sufrieron quemaduras de segundo grado. Sea quien sea el responsable, demostró que está lleno de rencor y venganza”.Las imágenes del edificio que apenas se puede reconocer, fueron proyectadas desde ángulos diferentes, jugaba con mi anillo cuando veía a los paramédicos cubrir los cuerpos con una manta blanca, accidentalmente mostraron una toma dejando ver a unos cuantos niños siendo transportados a la ambulancia. Ninguno de ellos estaban calmados. Traumatizados, esa es la palabra correcta para representarlos.
Se me hizo un nudo en la garganta. Mi corazón se aceleró.
Pobres personas, eran inocentes. Fueron víctimas de un hombre que tiene sed de venganza. No deja mucho a la imaginación y no deja mucho que desear, nadie necesita decírmelo yo sé quién lo hizo.
Si él fue capaz de hacer esta semejante barbaridad, basta con ponerse a pensar en cualquier lugar del silencio para que las piernas te tiemblen, cada pensamiento puede resultar grotesco y se quedaría corto. Él es peligroso en todo el sentido de la palabra.
— James estuvo en ese incendio — me informó Shawn.
Me levanté del sillón de un golpe, por qué demonios me entero de los detalles más relevantes al último.
— Y estás muy tranquilo —recriminé.
—Está intacto, sabe cuidarse bien.
Eso no elimina mi preocupación.
— Pudo no haber sido así.
Me miró con curiosidad.
— He notado que te preocupas mucho, tranquilizate, no es bueno alterarse.
— Me preocupo por todo, es inevitable.
Traducción: me preocupo por cosas estupidas, tengan o no tengan que ver conmigo. A veces solo me gustaría preocuparme por mí misma y ya.
ESTÁS LEYENDO
Eclipse S.M
Fanfiction-No volverán a separarnos, ¿verdad? -pregunté con un poco de melancolía. -Nunca, cariño mío. Nunca más. -Promételo -lo desafíe. -No -susuró-. Mejor te lo juro. Shawn Mendes, qué podemos decir de él: es un atractivo cantante canadiense que su vid...