Eclipse S.M

Capítulo 8 PROPUESTA

Tuve el día más largo y confuso de la semana. Después de haber llegado a casa tuve con una larga  conversación con mi papá, a cerca de las vacaciones de verano, debido a que a mediados del mes de mayo finalizará el semestre.

Mi padre siempre me ha dicho que tengo que aprender a ser independiente,  que si tengo la oportunidad de hacer algo por mi misma, que lo hiciera sin sentir remordimiento o miedo.
 Este año me prometió un viaje, ir al lugar que yo quisiese y si es posible podría pasar una par de semanas en el mismo.

No tengo nada en mente, así que la Conversación se basó en decir chistes y compartir risas.

Un par de horas de distracción no vienen mal, le pedí a mi madre que me dejara ir al parque para practicar guitarra. Al principio me dijo que no, como la mayoría del tiempo, pero después de insistir muchas veces finalmente dijo sí, solo para que dejara  de molestarla.

El parque queda a unos minutos de mi casa, no fue necesario llamar a James. Aunque sé que me está siguiendo, la verdad sigue resultando incómodo. En el camino me detuve para colocarme los audífonos lo más curioso de esto es; cada vez que escucho música sea el lugar que sea, me siento como en una película y cada canción de mi lista de reproducción es la música de fondo que representa mi vida y en especial como me siento. De pronto la letra de aquella canción me invadió por completo, de la nada comencé a comprenderla, a sentirla y me conmovió por supuesto.

  "Nadie puede  herirte como yo  te herí.  Pero nadie va amarte como yo lo hago. La canción continuó. Nadie puede herirte como yo te herí. Pero nadie va a necesitarte como yo lo hago. Sé que hay otros que te merecen, pero cariño aún estoy enamorado de ti."

Inconscientemente mis ojos se llenaron de lágrimas nublando mi visión, esa canción me afectó de una manera extraña. Pero lo más triste era que yo no estaba enamorada de alguien al que no fuese miembro de  mi familia... Quiero decir: que no tengo a nadie ajeno a quien amar. A veces, pienso que necesito amar a alguien de una manera distinta pero me da miedo, no se puede tenerlo todo...es aquí donde entra mi más grande temor; el rechazo. Ya lo he vivido y he sobrevivido a él, aún así le sigo temiendo como si fuese la primera vez que me ocurriera.

Al sentarme en el primer árbol que vi, lo primero que hice después de respirar hondo fue llorar. No es lo mejor que puedo hacer pero siendo honesta; llorar es la única de liberarme de todo en especial de mis pensamientos, trato de dejarlos ir o al menos fortalecerme con alguno de ellos.

Después de eso nace la esperanza de que las cosas van a mejorar. Sin embargo: siempre vuelvo a caerme.

Aún con lágrimas en mi rostro, tomé mi guitarra tocando con delicadeza cada cuerda proporcionando un sonido único y afinado. Al principio no era consciente de lo que interpretaba, lo fui hasta que terminé de tocar, había interpretado aquella canción que me puso triste y sin importarme nada volví a interpretarla esta vez con más rapidez y con más técnica.

  Fui interrumpida, creo que eso ya es una maldita costumbre.

— Sabes, a Mendes le encantará saber que tú tocas la guitarra — murmuró James.

Sonreí con tristeza al recordar la fascinación con la que Shawn miraba mi guitarra la vez que pasó la noche conmigo.

—Eso sería genial. Dile que me clases.
James sonrió o eso creí ver.
—No creo que las necesites, tocas bien.

Agradecí que James estuviese detrás de mí así no puede darse cuenta de que he estado llorando, también agradecí que mi voz sonase estable y convincente.

 — ¿Se te ofrece algo? — pregunté.

No por nada va a interrumpirme, presiento que es algo importante.